El 95 por ciento de cajeros automáticos (ATMs) en México podrían ser blanco de fraudes y ataques cibernéticos, luego de que Microsoft dejó de dar soporte al sistema operativo Windows XP, y la mayoría corren sobre dicha plataforma, reveló la firma Moneta Technologies.
La empresa experta en medios electrónicos de pagos recordó que el pasado 8 de abril Microsoft dejó de dar mantenimiento a la plataforma Windows XP, lo que significa que desde entonces no desarrolla más parches a vulneraciones de seguridad del sistema operativo, exponiendo a los usuarios a todo tipo de ataques.
El director de Mercadotecnia de Moneta Technologies, José M. González Barragán, señaló que lo anterior hace inminente una actualización tecnológica de los cajeros tradicionales instalando un nuevo software.
“El problema es que para actualizar los cajeros tradicionales es necesario que una persona acuda físicamente a instalar el nuevo software, lo que permite a estas personas instalar todo tipo de malware”, dando acceso para retirar dinero a personas no autorizadas.
En ese sentido, la firma propone instalaciones de manera remota, de modo que el cajero automático puede recibir mantenimiento sin necesidad de que nadie tenga acceso a él.
Además, agregó, estos sistemas podrían alertar al banco de cualquier falla en los equipos, falta de efectivo, o problemas de los usuarios.
Dichos servicios de administración y actualización tecnológica permitirían disminuir notablemente los gastos de operación de los cajeros automáticos, concluyó.
Sin embargo, cabe recordar que en marzo pasado, el gerente de Producto de Windows de Microsoft México, Gerardo Rojas, dijo a Notimex que difícilmente verían una situación crítica en cajeros automáticos después del 8 de abril.
De hecho, apuntó que la base instalada de cajeros automáticos que están soportados en Windows XP es muy baja, ya que la gran mayoría ya opera en Windows 7 y Windows 8 en las versiones recortadas que son las que se instalan en cajeros.
“El desgaste al que son sometidos los casi 41 mil cajeros automáticos que hay en todo el país, los convierten en una infraestructura con un ciclo de vida corto, lo que obliga a los bancos a renovarlos cada cinco o seis años y cuando lo hacen ya tienen instalados sistemas operativos actualizados”, declaró.