SAO PAULO. El Tribunal judicial calificó a la huelga de “abusiva” y se produce días antes del partido inaugural del 12 de junio en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo entre Brasil y Croacia, al cual está previsto que unos 50 mil aficionados acudan con metro, según las autoridades.

 

Al inicio de la huelga el jueves pasado la justicia laboral había determinado que los trabajadores del metro podían paralizar sus actividades, pero manteniendo un 100% de operación en los horarios pico y un 70% en las horas de baja demanda.

 

Este domingo, el tribunal consideró que el sindicato no mantuvo ese mínimo de operación.
La huelga provocó caos en esta metrópoli de 20 millones de habitantes, famosa además por tener un tráfico infernal.
Interminables filas de pasajeros esperando autobuses y enormes embotellamientos en el tráfico fueron el saldo de la movilización. La situación se calmó un poco el fin de semana.

 

El viernes, la policía militar incluso dispersó con gases lacrimógenos y balas de goma a huelguistas que impedían la apertura de una estación de metro en la céntrica zona de Ana Rosa en Sao Paulo.

 

El TRT acordó además imponer una multa de 100 mil reales (unos 577,460 pesos) diarios por la paralización al sindicato que representa a los trabajadores. La cantidad será destinada al Hospital de Cáncer de Sao Paulo.

 

La decisión de la Justicia se produce tras el fracaso de las negociaciones entre el sindicato de trabajadores, que reclama un aumento salarial del 12.2%, y el metro de Sao Paulo, gestionado por el Gobierno regional, ofrece un máximo de 8.7%.

 

Este domingo, cuatro de las cinco líneas tuvieron una paralización parcial, mientras que una quinta funciona con normalidad.

 

La huelga de metro ha afectado en los últimos días a millones de ciudadanos, ya que este transporte es utilizado diariamente por cerca de cuatro millones y medio de usuarios.

 

 

Las autoridades se vieron obligadas a lograr una resolución de este fin de semana debido a que el torneo de futbol está a días de comenzar. El sindicato ha amenazado con continuar la huelga, abriendo la posibilidad al caos por el tránsito y dificultar a los aficionados llegar al estadio.

 

El sábado, la vocera del sindicato de trabajadores del Metro, Maria Figaro, dijo que las líneas funcionan a cargo de personal jerárquico y aprendices contratados recientemente que están “demasiado asustados para unirse a la huelga”.

 

La huelga del Metro en Sao Paulo ejemplifica el potencial de interrupciones en el servicio durante el Mundial. Las más de 3.5 millones de personas que usan el sistema de transporte público de la ciudad entre semana han enfrentado el caos porque el metro opera con servicio limitado.

 

La huelga preocupa a las autoridades porque la mayoría de los aficionados del fútbol que acudan al estadio Itaquerao para el duelo inaugural el próximo jueves en Sao Paulo necesitarán usar el metro.