El rey Juan Carlos I impuso hoy al presidente de México, Enrique Peña Nieto, el Collar de la Orden de Isabel la Católica, la segunda distinción en importancia que concede el gobierno español, y a la primera dama mexicana, Angélica Rivera, la Gran Cruz de la misma orden.

 

A continuación, los reyes y los príncipes de Asturias almorzaron en el Palacio de la Zarzuela, residencia oficial del monarca, con el presidente de México y su esposa, en la última ocasión durante su reinado en que Juan Carlos de Borbón ejerce como anfitrión de un mandatario extranjero en visita de Estado.

 

Esta visita del presidente mexicano se produce días antes de la ceremonia de abdicación de Juan Carlos I como rey de España y la proclamación de su hijo como Felipe VI como nuevo monarca, que con toda probabilidad se celebrará el 19 de junio.

 

Los reyes y los príncipes recibieron a sus invitados ante la escalinata principal del Palacio de la Zarzuela, bajo los incesantes disparos de las cámaras de los numerosos fotógrafos que se afanaban en captar la llegada de Peña Nieto y Ángela Rivera.

 

Apoyado en su bastón y mirando a los periodistas con una sonrisa, el rey Juan Carlos se permitió bromear con ellos: “Se os acaba el carrete”, les dijo, para después comentar, divertido, “luego harán Photoshop”.