WASHINGTON. El gobierno de Estados Unidos condenó hoy la toma de control de la ciudad iraquí de Mosul por parte de los yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), y pidió al Ejecutivo iraquí una respuesta “fuerte y coordinada” ante una situación de seguridad “extremadamente grave”.
“Estados Unidos condena en los términos más rotundos posibles la agresión en Mosul del Estado Islámico de Irak y el Levante, que ha llevado a un grave deterioro de la situación de seguridad en esa ciudad y en la provincia de Nínive”, dijo el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria.
Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, mostró su “profunda preocupación” por la toma de Mosul, la segunda ciudad de Irak.
“La situación es extremadamente grave”, indicó Psaki en un comunicado, y aseguró que altos funcionarios estadunidenses tanto en Washington como en Bagdad están “siguiendo de cerca los acontecimientos en coordinación con el gobierno de Irak” y otras partes.
“Apoyamos una respuesta fuerte y coordinada para combatir esta agresión”, agregó Psaki, que definió a EIIL como “una amenaza no sólo para Irak, sino también para toda la región”.
Para “asegurar el éxito de esos esfuerzos, Estados Unidos proporcionará toda la asistencia al gobierno de Irak bajo el acuerdo marco estratégico” firmado por ambos países al poner fin a la guerra estadunidense en Irak, iniciada en 2003, indicó la portavoz.
Esa asistencia estadunidense para combatir a EIIL ha incluido hasta ahora la entrega a las fuerzas de seguridad iraquíes de 300 misiles Hellfire, munición para tanques y pequeñas armas, ametralladoras, granadas, rifles M16 y M4, entre otros, según precisó Earnest.
“Esta Administración está comprometida a preservar su alianza con el gobierno iraquí. Al mismo tiempo, estamos urgiendo a ese gobierno a dar más pasos que puedan dejar claro que están gobernando el país con los intereses de todos los iraquíes en mente”, señaló Earnest.
Los combates en Mosul comenzaron hace cinco días, principalmente en los barrios occidentales de la urbe, adonde fueron enviados refuerzos militares y se desplazaron altos mandos del Ejército.
Para intentar frenar el avance de los radicales a otras zonas del país, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, pidió al Parlamento que declare el estado de emergencia y una movilización general.
El origen del EIIL es el llamado Estado Islámico de Irak, una alianza de organizaciones radicales nacida bajo el paraguas de Al Qaeda en territorio iraquí en octubre de 2006, durante la ocupación estadunidense.
En abril de 2013, el Estado Islámico de Irak añadió a su nombre “y del Levante” y anunció que comenzaba a operar también en Siria, lo que le ha enfrentado con la cúpula de Al Qaeda, que pide que se limite a Irak.
El objetivo del EIIL, con prácticas más extremas incluso que Al Qaeda y responsable de numerosos atentados, secuestros y ejecuciones, es crear un emirato islámico en Siria e Irak.