En un acontecimiento histórico, el presidente Enrique Peña Nieto fue recibido por el rey Juan Carlos I de España, en la última visita de Estado presidida por el monarca antes de que su abdicación se haga efectiva y el príncipe heredero ascienda al trono como Felipe VI.
El presidente de México y su esposa, Angélica Rivera, accedieron a bordo de un vehículo Rolls Royce al Palacio del Pardo, residencia oficial de los jefes de Estado que visitan el Reino de España, donde fueron recibidos por el rey Juan Carlos I y la reina Sofía.
Juan Carlos I y Enrique Peña Nieto se fundieron en un abrazo, para posteriormente escuchar los himnos nacionales de ambas naciones y recibir los honores de ordenanza, consistentes en la detonación de 21 salvas y un desfile realizado por la Guardia Real frente a la entrada del palacio.
En ese primer acto de bienvenida se encontraban presentes el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo; así como el presidente del Senado español, Pío García-Escudero, y la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, entre otras personalidades.
Posteriormente, el rey ofreció un almuerzo en el Palacio de la Zarzuela, residencia oficial del monarca, donde el presidente de México y su esposa, fueron recibidos por los reyes y por los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia.
Ahí, el monarca impuso al presidente Peña Nieto el Collar de la Orden de Isabel la Católica, segunda distinción en importancia que concede el Reino de España, mientras que Angélica Rivera fue condecorada con la Gran Cruz de la misma orden.
Finalmente, el mandatario mexicano asistió a una cena de gala que la familia real organizó en su honor en el Palacio Real de Madrid, residencia oficial del rey Juan Carlos que sólo se utiliza durante las ceremonias de Estado, pues la familia real reside en el Palacio de la Zarzuela.
Durante la ceremonia, a la que también asistió el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy (con quien Peña Nieto se reunirá hoy de manera oficial), el presidente de México agradeció a sus Majestades, al gobierno y el pueblo español la cálida recepción brindada.
“Es un gusto nuevamente, en el Palacio Real, ahora, en un momento tan trascendental para el Reino de España, compartir la mesa con ustedes en esta visita de Estado, de particular simbolismo, acredita la cercanía entre los pueblos de España y México, así como los lazos que los han unido por casi cinco siglos”, agregó.
Destacó que con esta visita de Estado “los mexicanos reafirmamos la decisión de reforzar nuestros vínculos con España, para nosotros este gran país es y seguirá siendo un gran aliado”.
Pacto por México
En su discurso, resaltó que España nos brindó un gran ejemplo de concordia, de capacidad para anteponer los intereses de la Nación, y lograr acuerdos fundamentales para acelerar su desarrollo.
“Así lo hizo España y así lo estamos haciendo en México. Teniendo como referencia los Pactos de la Moncloa, la democracia mexicana ha sido capaz de impulsar grandes transformaciones a partir del diálogo, los acuerdos y el Pacto por México”, refirió.
Finalmente, el mandatario mexicano dijo estar seguro de que gracias a la fortaleza de sus instituciones y la entereza de su gente, España seguirá desempeñando un papel protagónico en Europa, Iberoamérica y el mundo.
Secundó también lo que ha dicho el Rey respecto a su hijo, Felipe de Borbón, en el sentido de que se encuentra en condiciones de asegurar la estabilidad y unidad de España. “A Su Alteza Real, don Felipe de Borbón y Grecia, y a su señora esposa, doña Letizia, les deseo el mayor de los éxitos”, expresó.