La Comisión Investigadora de la Línea 12 de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) concluyó que ni el Sistema de Transporte Colectivo ni el órgano desconcentrado Proyecto Metro realizaron su trabajo como debían, además de trabajar sin coordinación, lo cual provocó errores y omisiones que derivaron en las fallas en más de la mitad de la línea.

 
Según el informe preliminar de la Comisión, presentado ante el pleno de la ALDF, se concluyó que no fue “correcto” que tanto la adquisición de los trenes como la construcción de la línea fueran realizadas por entidades separadas, ya que “si no se lleva a cabo por una sola entidad o con una coordinación muy estrecha entre las implicadas” esto pudo haber provocado que se incurriera en errores

 
La Comisión responsabilizó al Sistema de Trasporte Colectivo (STC) Metro por el contrato de prestación de servicio a largo plazo de los trenes, propiciando “errores administrativos y problemas de coordinación”.

 
“Cabe mencionar que la obra se inició sin contar con el proyecto ejecutivo integral, empezando los trabajos por etapas con proyectos parciales, en virtud de que el contrato principal contemplaba también la realización del proyecto ejecutivo”, se detalla.

 
En el informe se destaca que ni Proyecto Metro ni el STC realizaron las investigaciones ni los estudios de campo tanto para definir la ingeniería básica del trazo de la línea, esto con el fin de pedir a los concursantes considerar obras subterráneas, mientras que el STC debió realizarlos para definir el trazo inicial de la línea antes de que Proyecto Meto efectuase la licitación pública de la obra.

 

La Comisión recomendó que en próximas obras sea una sola unidad administrativa la que lleve a cabo la contratación de la obra, equipos, supervisión y mantenimiento  en su conjunto, de todas aquellas construcciones que, por su tamaño o complejidad, requieran toma de decisiones muy concertadas.

 
Se señaló que en materia de supervisión de la obra, Proyecto Metro descargó su responsabilidad en las empresas contratadas para la supervisión, dejando de lado su tarea de coordinar y vigilar el trabajo tanto del consorcio constructor como del Sistema de Transporte Colectivo.

 

 

Respecto al manual de mantenimiento, la Comisión Investigadora indicó que aunque dicho documento considera acciones o parámetros para el buen funcionamiento de la Línea, dicho manual fue omiso para indicar “estrictamente”, los pasos que habrían de seguirse para la correcta atención del fenómeno del desgaste ondulatorio.

 
Se agrega que una vez que se presentó este fenómeno se debieron haber tomado acciones inmediatas que permitieran encontrar el origen de las fallas.

 
“Se hacen evidentes deficiencias, por parte del Proyecto Metro y STC, en cuanto a la supervisión, administración y control de los trabajos de mantenimiento de la Línea 12 que el consorcio debió efectuar durante el primer año de operación de la Línea”, precisa el documento.