La capacidad de pensar estratégicamente acerca de las acciones específicas que realizamos y que no resultan relevantes para nosotros, es algo que no se tiene comprendido sobre la raza humana todavía.
El Instituto de Investigación de Primates de la Universidad de Kioto, Japón, utilizó un juego de teoría matemática para realizar predicciones acerca de las decisiones temporales y de estrategia en tres aspectos abstractos sobre situaciones competitivas utilizando a chimpancés en la prueba.
Para jugar, los participantes, una pareja de chimpancés o una pareja de seres humanos, se colocan de espaldas el uno del otro frente a sendas pantallas de ordenador y empujan un círculo en la pantalla. Luego seleccionan uno de los dos cuadrados de color azul que aparecen en la parte izquierda o derecha de la pantalla.
Después de que ambos jugadores hayan elegido un cuadrado u otro, el ordenador muestra a cada jugador la elección de su oponente. Esta acción se repite hasta 200 veces por partida. En función del rol que tengan en cada momento, el objetivo de los jugadores puede ser elegir la misma selección que su rival o evitar que el rival coincida en la elección.
La frecuencia de las decisiones de los chimpancés son realmente muy cercanas a predicciones equilibradas, adivinando correctamente todas las opciones. También sus elecciones se encuentran más cerca de la respuesta sobre acciones pasadas y cambios repentinos que las de los humanos.
La pareja de humanos realizó las pruebas y sus elecciones resultaron inicialmente desinformadas acerca de las opciones que su compañero tenía debido a que no podían comunicarse verbalmente.
Los resultados fueron concisos con una tentativa interpretación del este juego que explica la conducta que adoptaron los chimpancés, con una hipótesis adicional donde se cree que estos animales pueden retener o practicar una especial capacidad para ajustar las estrategias al momento de decidir durante una competencia, y así realizar decisiones por lo menos igual o mejor que las que realizamos los humanos.