Unas dos mil mujeres transgénero con estudios profesionales ejercen el trabajo sexual en las zonas de Tlalpan y la delegación Cuauhtémoc ante la discriminación y la falta de oportunidades laborales.

 

 

“Por lo regular encasillan a la población ‘trans’ en actividades como cortar el cabello, ser maquillistas y, en la mayoría de los casos, a ejercer el trabajo sexual, porque no hay otras opciones. Sí hay chicas transgénero que estudiaron para ser abogadas o contadoras, no tienen opción de trabajar en alguna empresa o el sector público”, advirtió Diana Sánchez Barrios, presidenta de ProDiana A.C., una asociación civil enfocada a defender los derechos de la comunidad LGBTI.

 

 

De acuerdo con la activista, en la Ciudad de México hay muchas personas transgénero que ejercen la prostitución pese a contar con estudios profesionales, esto debido a la falta de oportunidades por carecer de un reconocimiento jurídico pleno como personas ‘trans’.

 

 

La transfobia es una de las formas de exclusión más arraigadas en la ciudad de México. De acuerdo con el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred), los malos tratos a causa de las preferencias e identidad sexual son la segunda causa con mayor número de quejas en la capital del país, sólo por debajo de la discriminación contra las mujeres, y la mitad de estas denuncias son por parte de la comunidad ‘trans’.

 

 

Ante este escenario, la presidenta del Copred, Jacqueline L’Hoist, celebró que esta semana la Asamblea Legislativa del DF realizará varias modificaciones a la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México, entre ellas al artículo quinto donde se estipula que “serán consideradas como practicas discriminatoras la bifobia, homofobia, lesfobia, transfobia, misoginia, xenofobia, segregación racial y otras formas conexas”, tipificando la exclusión contra este grupo.

 

 
Estas modificaciones dan facultades al Copred para iniciar una investigación en casos de discriminación contra personas ‘trasn’ sin que haya denuncia. Aunque esto no significa que se termine con el problema, pero sí es un avance certero en la lucha por los derechos de este grupo poblacional.