La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, almorzó hoy en Sao Paulo con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y mandatarios de diversos países, antes de asistir partido inaugural del Mundial de fútbol 2014 entre Brasil y Croacia.
La recepción, que duró cerca de hora y media, se celebró en el hotel Marriot de Sao Paulo, y posteriormente los dirigentes se trasladaron al estadio Arena Corinthians.
Entre los mandatarios extranjeros que acudieron al almuerzo se encontraba el primer ministro croata, Zorán Milanovic; la presidenta de Chile, Michelle Bachelet; el ecuatoriano, Rafael Correa; la de Suriname, Desiré Delano Bouterse; el de Angola, José Eduardo dos Santos, y el de Bolivia, Evo Morales.
Durante el encuentro, la presidenta brasileña agradeció la presencia de los mandatarios y reafirmó la petición de que el Mundial de Brasil se caracterice por la tolerancia, el combate a los prejuicios y el respeto a la diversidad, según informó la estatal Agencia Brasil.
A la recepción también asistieron el vicepresidente brasileño, Michel Temer; el presidente del Senado, Renan Calheiros, y el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin.