El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, canceló su participación en el informe de la presidenta de la CDHDF, Perla Gómez Gallardo, ante las protestas de familiares e integrantes del colectivo 1DMX.
Dos minutos después de haber comenzado su discurso en el auditorio Digna Ochoa de la CDHDF y justo cuando señalaba que su gobierno está comprometido con los derechos humanos, un grupo de inconformes se puso de pie para exigir castigo a los policías que, aseguró, violentaron los derechos humanos de los manifestantes durante las marchas del 1 de diciembre de 2012 y el 2 de octubre de 2013.
Una joven, identificada como Nuria Roxana Ramírez, se acercó al estrado y levantó una pancarta, al tiempo que gritaba “Libertad, libertad a los presos por luchar”. A la mujer se le relaciona con Jorge Mario González García, procesado por los delitos de ataques a la paz pública, y detenido el pasado 2 de octubre.
Ante la escena, Mancera Espinosa simplemente permaneció de pie y callado.
“Hoy estamos precisamente comprometidos con la tarea de derechos humanos, seguiremos así presidenta, seguiremos trabajando, el trabajo no se detiene el trabajo continúa… déjenla por favor”, alcanzó a decir, sin embargo, eso no calmó los ánimos.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Perla Gómez, intentó en vano dialogar con la joven. Otros, ya con más fuerza comenzaron a gritar “Presos políticos libertad” y sacaron más pancartas. Alguien aventó una botella de agua, pero el objeto no alcanzó al mandatario capitalino.
Mancera debió entonces salir del recinto, escoltado mientras un grupo de jóvenes lo rodeaba. Entre gritos y reclamos, el auditorio Digna Ochoa se convirtió en un caos, reinó el desorden y el evento fue cancelado.