SAO PAULO.- La Copa del Mundo comenzó hoy en medio de varias protestas en al menos cuatro ciudades del país que, en Sao Paulo, sede del partido inaugural, dejaron unos siete heridos leves, entre ellos dos periodistas de la red CNN, así como un fotógrafo lesionado en Belo Horizonte.

 

Los incidentes más graves se registraron en Sao Paulo, ciudad en la que las selecciones de Brasil y Croacia inauguraron el Mundial y donde un grupo de manifestantes enmascarados fue reprimido por la Policía con gases lacrimógenos y balas de goma.

 

Las protestas en contra del Mundial por los elevados costos que ha tenido para las arcas públicas, se extendieron incluso a las gradas del estadio Arena Corinthians de Sao Paulo, donde se oyeron insultos contra la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, y el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, cuando ambos entraron al palco de autoridades minutos antes del inicio del partido.

 

En esa ciudad se registraron por lo menos siete heridos leves, entre ellos dos periodistas estadounidenses de la red CNN, mientras que en Belo Horizonte, otra de las doce sedes del Mundial, un fotógrafo de la agencia Reuters sufrió una lesión leve en el cráneo tras ser golpeado por un objeto en la cabeza durante una protesta.

 

Después de las manifestaciones, que fueron poco numerosas, la Policía Militar de Sao Paulo informó de que detuvo a 29 personas en el interior de una universidad por llevar máscaras, cuchillos y vinagre, las cuales ya fueron puestas en libertad.

 

Además, precisó que dos personas permanecían detenidas por su participación en las protestas que tuvieron lugar antes del partido inaugural a unos 4 kilómetros de distancia del estadio Arena Corinthians.

 

A diferencia de las masivas protestas del año pasado, que fueron espontáneas y congregaron a centenares de miles de personas en todo el país en demanda de mejores servicios públicos, las manifestaciones de hoy fueron convocadas por colectivos con reivindicaciones específicas y sólo tuvieron un seguimiento numeroso en Sao Paulo y Río de Janeiro.

 

Además de las dos mayores ciudades brasileñas, también hubo protestas menores en otras capitales regionales como Porto Alegre (Río Grande do Sul), Belo Horizonte (Minas Gerais) y Fortaleza (Ceará).

 

Todas las marchas estaban unidas por las quejas contra la FIFA, los elevados gastos de los estadios, algunos de ellos con dinero público, y las ventajas fiscales concedidas por el Gobierno brasileño a los organizadores del evento.

 

Además de protestar contra el Mundial, en Sao Paulo los manifestantes demandaron la readmisión de 42 empleados del metro que fueron despedidos por sumarse a una huelga. EFE