El semanario británico The Economist puso en duda en su edición impresa para América la cifra oficial de desaparecidos que dio a conocer la Secretaría de Gobernación (Segob); “de dónde salen, qué método se utilizó para calcularlas, o se cree que los desaparecidos han sido secuestrados por la delincuencia organizada, por la policía, o por una combinación de los dos”, se cuestiona.
Lamentó que las personas que tienen a un familiar desaparecido se ven solas en su búsqueda, pues no hay apoyo del gobierno, que, dice la revista, simplemente se ha hecho a un lado.
“Durante casi tres años los residentes de Allende, cerca de la frontera mexicana con Texas, albergaron un secreto terrible. En 2011, la ciudad de 27 mil personas sufrió un ataque violento por Los Zetas, el grupo de narcotraficantes más brutal de México. Impulsados por una sed de venganza en contra de dos hombres de la localidad acusados de traición, turbas de zetas llegaron a la ciudad, redondeado su extensa familia y a sus amigos –que suman cientos de personas- y los secuestraron a punta de pistola”, relata The Economist.
“Hasta este año, la barbarie pasó prácticamente desapercibida; sólo había rumores oscuros de lo que les había ocurrido a los que estaban desapareciendo. A pesar de que decenas de las casas estaban como las ruinas de la guerra en todo el centro de la ciudad, se dejó de hablar del incidente por temor, o por complicidad con los Zetas”, agrega.
Casi tres años después, reseña del medio inglés, las autoridades encontraron a las víctimas secuestradas en Allende, pero muertas por incineración dentro de botes a los que Los Zetas llaman “cocinas”.
“La masacre bien puede ser una de los peores de la guerra de las drogas de seis años en México, entre 2006 y 2012, cuando el anterior gobierno envió al Ejército contra las bandas de narcotraficantes, lo que desencadenó fueron batallas asesinas. Pero es imposible saber a ciencia cierta. La incertidumbre rodea el número de personas que desaparecieron en todo el país como resultado de los secuestros relacionados con las drogas.
“En 2013, poco después que el presidente Enrique Peña Nieto asumió el cargo, una lista del gobierno puso como número 26 mil. El mes pasado, Miguel Ángel Osorio Chong, el secretario de Gobernación, dijo que la cifra se había reducido a 13 mil, debido a que muchas personas supuestamente desaparecidas habían sido encontrados con vida”, e incluso se redujo a 8 mil.
En semanas pasadas, la organización Amnistía Internacional (AI) pidió explicaciones al gobierno de México por la reducción del número de personas desaparecidas en el país.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, indicó que el reporte oficial de desaparecidos en México desde el inicio de la lucha militarizada antidrogas en 2006 bajó desde los alrededor de 26 mil reconocidos el año pasado a unos 8 mil en la actualidad.
Amnistía Internacional consideró “ambiguo” el nuevo reporte de desaparecidos e hizo votos para que el gobierno emitiera un documento oficial y público “que indique claramente la metodología utilizada para llegar a esta cifra”.
Para la ONG no queda claro si las aproximadamente 18 mil personas que dejaron de constar en la base de datos gubernamental nunca estuvieron desaparecidas o si fueron halladas.