El comentario se escucha entre priistas de muy alto nivel y parece confirmarse con los hechos: bajo la dirigencia de César Camacho Quiroz, el PRI nacional no sólo se ha desdibujado y ha perdido presencia pública y liderazgo, sino que carece de autoridad y personalidad propia porque al dirigente del partido en el gobierno parecen dirigirlo completamente desde Los Pinos.
Y no es que los priistas que cuestionan la débil personalidad de su dirigente, ignoren que en el PRI, históricamente, el que manda es el presidente de la República; sobre todo cuando éste pertenece a su mismo partido, pero en la práctica, por más que Enrique Peña Nieto sea “el priista número uno” y que su liderazgo pese en el CEN del viejo partido, también se espera del dirigente nacional del priismo un poco de dignidad y autonomía para tomar las decisiones y las posiciones que competen estrictamente al partido.
Un buen ejemplo de la opinión que tienen destacados priistas de su dirigente es el pésimo manejo que ha tenido el CEN de su partido de la crisis que estalló en el PRI del DF con las acusaciones y denuncias de tráfico sexual a su ex dirigente, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre. Más allá de haberle pedido a Gutiérrez de la Torre que solicitara licencia para que se investigarán las graves acusaciones en su contra, Camacho no pudo quitarle al polémico dirigente el control del partido en la capital del país.
Aun con el clamor de los priistas capitalinos para que rescatara al partido del desprestigio al que lo sometió el grupo de Cuauhtémoc, Camacho se ha visto débil y sin autoridad para reconstruir al maltrecho PRI-DF. Primero nombró como presidenta interina a la secretaria general, Laura Arellano, parte del grupo de Gutiérrez de la Torre, y ahora, cuando se decidió sacarla, el líder priista nacional volvió a perder al nombrar como nuevo dirigente de priismo capitalino a Israel Betanzos, un político mucho más cercano al cuestionado junior de la basura.
Betanzos no sólo es incondicional de Cuauhtémoc Gutiérrez, sino que además, en testimonios que varias jóvenes ex edecanes del depuesto líder priista presentaron ante la PGR, aparece su nombre como uno de los políticos que utilizaban la red de prostitución a la que eran sometidas las mujeres que contrataban para realizar trabajos de edecanes y auxiliares en el PRI capitalino. Es decir que aun cuando a Betanzos se le dio el mandato de convocar a elecciones de una nueva dirigencia en dos meses, el partido y el proceso de elección siguen controlados por el mismo Cuauhtémoc.
Ese es sólo un caso que despierta cuestionamientos de las cúpulas priistas a su dirigente nacional. Otros tienen que ver con el nulo posicionamiento del partido en los temas públicos más importantes y en la manera en que el líder del PRI se ha desdibujado en las negociaciones políticas importantes. Por ejemplo, mientras sus contrapartes del PAN, Gustavo Madero, y del PRD, Jesús Zambrano, siguen pesando en la negociaciones de las leyes secundarias de las reformas energética y de telecomunicaciones, Camacho ya no gravita en esas discusiones, donde los coordinadores priistas Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones dialogan directamente con Los Pinos para fijar las posiciones partidistas.
A eso hay que añadir la enorme preocupación que existe entre el priismo nacional por el sombrío panorama electoral que se observa para su partido en las elecciones locales y federales de este y del próximo año. De nueve estados que renovarán gubernatura en 2015 (Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Campeche, Colima, Baja California Sur, Sonora, Guerrero y Michoacán) las encuestas son muy adversas en estos momentos para el PRI en al menos siete y sólo Colima y Campeche se ven con posibilidades de seguir en manos del priismo. Eso sin contar que las perspectivas para la elección de diputados tampoco son buenas para el tricolor y hay sondeos internos que dicen que podría perder su condición de precaria mayoría en San Lázaro.
¿Qué está haciendo el CEN del PRI para revertir esa fuerte desventaja del priismo en las encuestas? En la percepción de los propios priistas no mucho. Al menos eso deja ver la forma irónica en que respondió un destacado senador del partido oficial cuando se le preguntó qué pensaba del dirigente de su partido, César Camacho Quiroz: “¿Quién es ese?”
NOTAS INDISCRETAS… El procurador del DF, Rodolfo González Garza, se comunicó con esta columna para señalar que la coordinación de las autoridades del DF con el Ejército, la Marina, la PGR, la Policía Federal y el CISEN, anunciada por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, “no contempla patrullajes en las calles de la ciudad por parte del Ejército”. Dijo que sí habrá operativos conjuntos con las fuerzas federales, pero se limitarán a las zonas limítrofes de la capital que tienen problemas de violencia por su cercanía a otros estados como Gustavo A. Madero, Tláhuac o el oriente del Valle de México. “Sí hay coordinación y habrá operaciones conjuntas pero no se verá al Ejército en las calles del DF”, precisó el procurador… Los dados mandan Doble Serpiente. Mal cierre de semana.