RÍO DE JANEIRO. Unas 200 personas protagonizaron hoy en la ciudad brasileña de Belo Horizonte una manifestación contra los elevados gastos del gobierno en el Mundial de futbol Brasil 2014 al mismo tiempo en que en esa localidad se disputaba el partido entre Colombia y Grecia por el Grupo C de la competición.

 

Los manifestantes se concentraron en la céntrica Praça Sete y, pese a que la Policía detuvo a once personas por portar armas blancas o supuestamente incitar a la violencia, protestaron pacíficamente sin enfrentarse a los uniformados.

 

Pese al reducido grupo de participantes en la protesta, la policía envió a cientos de uniformados para reforzar la seguridad en los alrededores de la Praça Sete ante el temor de que se repitieran los incidentes del jueves, cuando una manifestación terminó con violentos enfrentamientos en el mismo sitio.

 

Los manifestantes, con llamativos carteles y acompañados por instrumentos musicales, criticaron los elevados gastos del gobierno en el Mundial y entonaron cánticos contra la FIFA.

 

La pequeña manifestación en Belo Horizonte ha sido hasta ahora la única contra el Mundial este sábado en Brasil.

 

La ciudad de Salvador, en donde ayer Holanda goleó a España, fue escenario de la única manifestación del viernes y sus participantes, unos 100 jóvenes vestidos de negro y algunos encapuchados, fueron dispersados por la Policía con gases lacrimógenos y bombas aturdidoras cuando intentaron bloquear una autopista.

 

Tras las protestas del jueves en al menos seis ciudades, que coincidieron con el partido inaugural del Mundial, los manifestantes se han reducido significativamente y sus organizadores no tienen previstas nuevas concentraciones por ahora.

 

Las manifestaciones del jueves confirmaron la expectativa del Gobierno de que las protestas contra el Mundial serán menores a las multitudinarias que sacudieron el año pasado a Brasil, cuando cientos de miles de personas salieron a las calles para exigir mejores servicios públicos.

 

De acuerdo con la ministra de la Secretaría de Derechos Humanos de Brasil, Ideli Salvatti, en las marchas del jueves “no hubo más de 4.000 personas sumadas en todo Brasil, frente a los dos millones de brasileños y turistas que estaban celebrando y participando”.