La adolescente paquistaní Malala Yousafzai defendió hoy en Oslo la importancia de la educación, al iniciar una visita de dos días a Noruega.

 

Malala resaltó que considera su deber trabajar para que 56 millones de niños que no tienen acceso a la educación en el mundo puedan recibirla.

 

“Mi mensaje es simple: debemos caminar juntos. Si queremos que nuestros países y otros sean estables y evolucionen, debemos trabajar juntos”, dijo antes de un almuerzo con la primera ministra noruega, Erna Solberg, y el titular de Exteriores, Børge Brende.

 

La joven, de 16 años, que se hizo famosa mundialmente tras ser tiroteada por los talibanes por defender la educación femenina en Pakistán, empezó el día con un desayuno con los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit en el palacio de Skaugum, al que siguió una reunión en el ayuntamiento.

 

Malala está en Noruega invitada por el Comité 14 de agosto, organización encargada de celebrar el día nacional paquistaní en este país escandinavo, y por el Centro por la paz y los derechos humanos de Oslo.

 

La adolescente sonó el año pasado con mucha fuerza para ganar el Nobel de la Paz, pero el galardón que se falla en Oslo cada año recayó finalmente en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) por sus esfuerzos para eliminar esos arsenales.