Ni en sus sueños más optimistas, Guillermo Ochoa se imaginó que tendría una actuación como la de hoy: ante Brasil, en un estado pletórico, en su Mundial, el arquero tuvo la actuación de su vida, cuatro salvadas claras de gol.

 

Ochoa le ganó la carrera por la titularidad en el último estirón a Corona, y hoy quedó claro que el Piojo Herrera no se equivocó en su decisión, el resultado de hoy es histórico,  México llega a cuatro puntos y definirá su clasificación el próximo lunes contra Croacia.

 

El Tri mostró un nivel que con Miguel Herrera no se le había visto. Una defensa sólida, un medio campo ágil y una delantera imprecisa pero con el potencial de explotar en cualquier momento.

 

Andrés Guardado estuvo a punto de marcar el gol del triunfo, luego de que sacó un zurdazo que se fue apenas desviado, segundos después del inicio de los tres minutos de tiempo agregado. Julio Cesar salvó a los brasileños.

 

El 17  de junio es el día que Ochoa se graduó de héroe, por cuarta ocasión el ex arquero del América,  sacó un balón que iba para adentro. La afición por su parte lo santificó en la redes.

 

Ochoa mantuvo el arco mexicano invicto hasta el minuto 93 cuando el árbitro silbó el final del encuentro en el estadio Castelao, de Fortaleza.

 

Fueron cuatro veces las que salvó por segunda vez al Tri. Con una atajada magistral al minuto 67 paró de pecho un disparo brasileño de Thiago Silva que olía a gol cerró. Su hazaña más complicada, según digo de viva voz.

 

La primera ocurrió cuando Ochoa atajó a una mano y de un salto el cabezazo que le lanzó Neymar y se metía junto al poste al minuto 25; la segunda, al minuto 43, antes del medio tiempo, cuando le achicó el espacio a David Luiz para que no pudiera  rematar comodamente, luego de un centro de Silva quien bajó el balón con el pecho para dejarlo frente al portero. Y al minuto 68 del segundo tiempo, el meta mexicano paró con el pecho un zurdazo de Neymar.

 

 

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En 60 minutos los dirigidos por Miguel Herrara dominaban  ligeramente el juego, aunque cada vez que la verdeamarela tenia  el balón provocaba cierto peligro sobre la cabaña mexicana.

 

México se apoderó  del balón, los tiros de media distancia fueron  el arma que exhibió  el cuadro mexicano, por ese medio pudo caer el primero.

 

El Gallo Vázquez sacó un zurdazo impresionante a los 54′  que pasó zumbando el ángulo superior derecho del arco brasileño, defendido por Julio Cesar.

 

Apenas al inicio de la segunda mitad, el Maza Rodríguez salvó al Tri, sacó un centro peligrosísimo que Fred pudo rematar si no es por la intervención del defensa.

 

 

En más de media hora del primer tiempo, se vio a un México sólido atrás cuando se le exigió, mientras que en la ofensiva los tiros de media distancia fueron el denominador  del ataque mexicano.

 

Layún y Herrera intentaron sendos disparos de media distancia que preocuparon al arquero brasileño pero sin concretar en los primeros 25 minutos del encuentro.

 

México le plantó cara a Brasil, que si bien intentó, le faltó claridad en la última línea.

 

Los argumentos mostrados por la Selección Nacional en el partido previo permitieron creer que, cuando menos, podían lograr el empate, y es que el desempeño de Brasil en el partido inaugural no fue el óptimo y en los primeros  momentos los croatas les plantaron cara a los locales.

 

Brasil olvidó el jogo bonito, no en este Mundial, sino desde hace años. Hoy el pragmatismo en el juego brasileño es oprobioso: a meter un gol y después defender.

 

Brasil traiciona su historia, estilo, pero para Felipao, el fin justifica los medios. Si ese juego les deja la copa habrán cumplido el objetivo.

 

El Piojo hizo lo que mandan los cánones, “alineación que gana repite”, los mismos 11 que le ganaron a Camerún saltaran esta tarde a la cancha del Castelao.

 

La verdeamarela tiene como costumbre arranca mal sus partidos y es ahí donde le Tri tiene que aprovechar, si no fructifica los primeros minutos, la goleada carioca puede llegar.