KIEV. Ucrania pondrá en marcha el plan de paz para el sureste del país y declarará un alto de fuego temporal cuando logre restablecer el control total de la frontera con Rusia, ahora parcialmente en manos de los separatistas prorrusos, anunció el presidente ucraniano, Petró Poroshenko.

 

“Tenemos la determinación de restablecer la seguridad en la frontera estatal esta misma semana. Lo digo sinceramente: es el único impedimento para declarar el alto el fuego”, dijo Poroshenko al abrir la sesión del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania.

 

El líder ucraniano presumió de la firmeza de las fuerzas gubernamentales a pesar de que las noticias que llegan desde la zona de los combates cerca de la frontera indican que será complicado cumplir con el plazo estimado por el presidente.

 

Aunque el líder de la autoproclamada república popular de Lugansk, Valeri Bólotov, ha reconocido que el ejército trata de aislar a sus combatientes y cortarles todo acceso a la frontera, los prorrusos defienden con determinación los casi 200 kilómetros de la línea fronteriza que controlan.

 

“En la última semana hemos conseguido cambios decisivos en la frontera (ruso-ucraniana). Se ha recuperado el control sobre más de 250 kilómetros”, afirmó sin embargo Poroshenko.

 

Ucrania considera vital cerrar la frontera con la vecina Rusia antes de emprender cualquier otro paso para la pacificación de Donetsk y Lugansk, ya que según Kiev del país vecino ha llegado la mitad de los hasta 20 mil combatientes prorrusos que se enfrentan a las fuerzas ucranianas.

 

“Hay entre 15 mil y 20 mil combatientes (rebeldes)”. Cerca de la mitad de estos guerrilleros llegaron a Ucrania desde la Federación Rusa. Entre ellos hay los así llamados guerrilleros chechenes y fuerzas de elite del Ejército de Rusia”, dijo el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Parubi.

 

La muerte de 49 soldados ucranianos en Lugansk a manos de los separatistas prorrusos ha reactivado las demandas del Maidán para que los responsables de la inoperancia demostrada por las fuerzas ucranianas sean destituidos y sus responsabilidades depuradas.

 

Por su parte, Rusia dejó claro que no tratará con el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andréi Deshitsa, quien profirió insultos contra el presidente ruso, Vladímir Putin.

 

“En lo que se refiere al personaje con el apellido Deshitsa (…) no tengo nada de qué hablar con él”, dijo el canciller ruso, Serguéi Lavrov, en rueda de prensa en Minsk, la capital de Bielorrusia, según agencias rusas.

 

El jefe de la diplomacia ucraniana se sumó este fin de semana a manifestantes frente a la embajada rusa en Kiev en una ofensiva canción sobre el presidente ruso.