GINEBRA. El dirigente de la rama juvenil del PP español, Ángel Carromero, solicitó una comisión internacional de investigación auspiciada por la ONU para que «quede esclarecido lo ocurrido» en el accidente de tráfico que sufrió en 2012 en Cuba y en el que falleció el disidente cubano Oswaldo Payá.
Si las autoridades cubanas no tienen nada que ocultar, «que permitan a una comisión de la ONU que investigue lo que realmente ocurrió», afirmó Carromero en un evento paralelo al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, organizado en Ginebra por la entidad observadora no gubernamental UN Watch.
El 22 de julio de 2012 Ángel Carromero conducía el coche accidentado en el que murieron los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero.
En octubre de 2012, Carromero fue condenado en Cuba a cuatro años de prisión por homicidio imprudente, pena que está cumpliendo en España en virtud del acuerdo alcanzado entre La Habana y Madrid en aplicación del convenio bilateral vigente desde 1998.
El dirigente de Nuevas Generaciones (la rama juvenil) del Partido Popular español pudo salir de España y viajar a Ginebra gracias a un permiso de tres días otorgado por las autoridades españolas.
Al relatar las circunstancias en que se produjo el accidente, Carromero manifestó: «Íbamos de camino a Santiago de Cuba cuando fuimos embestidos por otro coche que nos sacó de la carretera. Inmediatamente apareció una furgoneta de la nada y me llevaron a un hospital militarizado.»
«Si los otros pasajeros estaban peor, ¿Por qué me llevaron a mí primero? ¿De dónde surgió la furgoneta?», se preguntó retóricamente.
Carromero señaló varias «incongruencias de la versión oficial», como el hecho de que supuestamente habían chocado con un árbol que no sufrió ningún daño, o el hecho de que conducía a 100 kilómetros por hora «en una carretera llena de agujeros».
«Después organizaron un juicio-farsa en el que mis abogados no pudieron tener acceso a una fotocopia del expediente, ni inspeccionar el vehículo, ni hacer pública la autopsia de los dos fallecidos», manifestó.
Ante esta situación, Carromero reiteró la necesidad de que «la verdad salga a la luz» y solicitó una vez más una investigación internacional.