SAO PAULO. Las autoridades brasileñas arrestaron a dos ciudadanos australianos y dos holandeses, quienes presuntamente trataron de revender boletos para el encuentro entre Australia y Holanda, de la Copa del Mundo, en la ciudad de Porto Alegre.

 

Alan Cardoso, portavoz del departamento de seguridad pública en el estado de Río Grande do Sul, dijo que los cuatro sujetos fueron detenidos horas antes del partido, cuando trataban de vender 43 boletos hasta en 3 mil  dólares cada uno.

 

El precio máximo fijado por la FIFA para esas entradas es de 175 dólares.

 

Los cuatro negaron que estuvieran vendiendo boletos. Dijeron que sólo los iban a entregar a unos amigos.

 

La venta de boletos para sucesos deportivos en precios superiores a los originales es un delito en Brasil, y se castiga hasta con dos años de prisión.