El balón está en la cancha nacional gracias a las reformas estructurales, los socios comerciales y el mayor gasto gubernamental, explican.

 

 

Si bien Brasil jugó un buen primer tiempo con la aprobación de sus reformas estructurales, en el segundo tiempo será México el que domine, dado el buen momento por el que pasa el país con las reformas y sus leyes secundarias, pronosticó Carlos Ponce, director de Análisis y Estrategia Bursátil del Grupo Financiero Ve por Más.

 

 

Brasil tuvo una época extraordinaria en la administración de Luis Inácio “Lula” da Silva que, sin minimizar su liderazgo, coincidió con el hecho de que había un “boom” en el tema de materias primas y este país es un productor importante, comentó Ponce.

 

 

Además, agrega, había una expansión mundial de liquidez, hubo mucho interés en mercados emergentes y Brasil estaba dentro del grupo líder de los BRIC, China pasaba por un buen momento y su relación comercial con el gigante asiático lo ayudó mucho.

 

 

“Así que no se debe perder de vista que ese muy buen momento económico que llegó a tener Brasil con crecimientos del orden de entre 6.0% y 7.0%, era, en parte, porque las condiciones internacionales también lo beneficiaban”, manifestó.

 

 

Explica que, aunque Dilma Rousseff -quien tomó la estafeta de “Lula”- sigue las mismas políticas sociales, los resultados son diferentes porque el escenario ha cambiado. Ahora se vive una etapa post recesiva en el mundo, estancamiento europeo, desplome de los precios de las materias primas, repliegue de la liquidez y desaceleración en China.

 

 

Así que, destaca, “si el primer tiempo favoreció a Brasil, la cancha está puesta para que el segundo tiempo sea para México por las ventajas que le otorgan las reformas, los socios comerciales y el mayor gasto gubernamental, entre otros”.

 

Fortalezas

 

Por su parte, la Economista Senior del Grupo Financiero HSBC, Lorena Domínguez, comenta que siempre ha habido esa comparación entre México y Brasil a pesar de que son dos economías muy diferentes.

 

 

Precisa que el país carioca está más ligado al crecimiento de China y es una de las economías de América Latina más cerradas, mientras que México es más cercano a Estados Unidos, es una economía muy abierta y el comercio exterior es más importante.

 

 

Destaca que la reforma energética en México ha causado una buena impresión porque se está abriendo un sector que estaba muy cerrado a la inversión extranjera.

 

 

De ahí que se espera que haya un incremento en los flujos de inversión extranjera directa de alrededor de dos puntos del Producto Interno Bruto (PIB), enfatizó.

 

Rivales

 

 

En tanto, el subdirector de Análisis Económico de Monex Grupo Financiero, Eduardo Ávila, explica que en el tema de los competidores de flujos en mercados financieros están Brasil, Turquía, Rusia y México, países emergentes que constantemente están dividiéndose los flujos de los inversionistas.

 

 

Bajo este contexto, refiere, Brasil, Turquía y Rusia no han tenido un buen comportamiento, situación de la que se ha beneficiado México y por eso se ha tenido un tipo de cambio que está apreciándose.

 

 

Mientras Turquía subió su tasa de interés de manera exorbitante y podría enfrentar una desaceleración económica más fuerte y Rusia tiene problemas geopolíticos, México tiene un panorama en el que puede tener reformas, entre ellas la energética.

 

 

Brasil ya hizo muchas cosas en el pasado pero por diferentes factores su crecimiento no es tan dinámico. Su principal problema de corto plazo, con potencial para generar una crisis verdadera, tiene que ver con su sistema de pensiones que es muy caro para el gobierno, puntualizó.