FORTALEZA, BRASIL.- Fiebre de redes sociales, globalización total, llámele como quiera, pero lo que Guillermo Ochoa provocó con su actuación en el empate a cero del Tri ante Brasil es de un instante futurista que se vive a la vertiginosa velocidad del ciberespacio. De 300 mil a 1.5 millones de seguidores en Twiter, la red social que dicta hoy día el presente de la popularidad y Ochoa lo conquistó en un clik. Sí, muy lejos de los 27 millones de seguidores que presume Cristiano Ronaldo, pero superior a los 1.29 millones que tiene el ídolo Cuauhtémoc Blanco, ya retirado, y muy por encima de los 894 mil que tiene el capitán Rafael Márquez.

 

Fenómeno de las comunicaciones, en papel, satélite o web, Ochoa retumbó y movió fibras a los historiadores del balón. La FIFA le comparó con la leyenda de Gordon Banks y aquella atajada que el inglés regaló en el México 70 contra O’ Rei Pelé.  Un  bocado demasiado apetitoso para algunos clubes europeos que se frotaron las manos nada más enterarse de que el cancerbero de ensortijada melena es agente libre: ¡Puede jugar para cualquiera!

 

Ochoa movió portadas por supuesto aquí en Brasil, en donde fu imagen acaparó todas los diarios, en las que se destacó su labor. Y desde París, pasando por Londres hasta Argentina, Chile y Uruguay, y de personalidades, ni hablar, extranjeras y mexicanas por igual le alabaron.

 

Detalles, sólo detalles que quizá marcaron la diferencia. Detalles, pero ahí están. El Twitter de Guillermo Ochoa es @yosoy8a, y entre las fotos que adornan su galería aparece una con su uniforme de selección, con el dorsal 13 y junto, una instantánea de la Copa del Mundo, el trofeo en todo su esplendor que se repite una vez más, un tanto más abajo; y según sus palabras, antes de salir de México al Mundial, y ya en la disputa de la Copa es que México llegaba a Brasil a luchar por “la Copa”, trillado o no, detalles o no, no puede pasar desapercibido un dato de José de Jesús Corona, que hoy mira el éxito de Ochoa desde el banco del tricolor.

 
La información circuló en los medios en este mismo mes de junio, antes del debut de México en el Mundial, sobre todo en las páginas de los diarios tapatíos: José de Jesús tenía programada su boda para el día 11 de julio; dos días antes de que se disputara la final de la Copa del Mundo. Las amonestaciones para dicho evento estaban colocadas en la Parroquia de San Juan Diego, en el municipio de Zapopan; con la aclaración de que si México avanzaba hasta la instancia definitiva en Brasil, Corona, claro, que cambiaría la fecha de su importante compromiso, cuestión de mentalidad.

 

Un detalle que hoy parecen marcar una total diferencia, que cabe decir, el Piojo Miguel Herrera, técnico del Tri, se cansa de repetir que busca: “convencimiento y mentalidad. Detalle que quizá permitió a Herrera inclinarse por el hombre de los chinos sobre José de Jesús, hace casi dos semanas; detalle por el que quizá hoy Ochoa es el hombre que en un clik dio la vuelta al mundo. El hombre del vídeo de L’Equipe francés al estilo Lego, el tipo de las decenas de Memes tan de moda, el arquero sublimado a leyenda por un mundo del instante multimedia.