Al Maliki: son diferencias internas

 

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BAGDAD. El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, reconoció que las diferencias políticas propiciaron “un ambiente adecuado” para el actual conflicto, pero aseguró que derrotarán al terrorismo y que sus tropas solo sufrieron “un revés”.

 

En un discurso televisado a la nación, Al Maliki volvió a atribuir la actual situación a una conspiración tejida por el yihadista Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) y miembros del disuelto partido único Baaz, que dirigía el fallecido dictador Sadam Husein.

 

El primer ministro chií descartó que los clanes suníes estén implicados en lo sucedido, al considerar que les perjudica, pero les pidió que “anuncien su inocencia”.

 

Pese a la polarización política, principalmente entre suníes y chiíes, Al Maliki afirmó que el proceso para elegir a los presidentes del Parlamento y del país, así como a un nuevo Gobierno “no está en peligro”.

 

Sobre la situación militar, dijo que la actual crisis es “un revés, pero no una derrota” e insistió en que vencerán a los terroristas.

 

Al Maliki desmintió, además, que la mayoría de los voluntarios que van a luchar contra la insurgencia sean de confesión chií y adelantó que esos milicianos “se convertirán en el pilar del nuevo Ejército iraquí”.

 

También criticó a los medios de información de Catar y Arabia Saudí, por calificar supuestamente a los combatientes del EIIL de revolucionarios.

 

Sobre los terroristas, advirtió que de después de que Irak les derrote, estos huirán para perpetrar ataques y desatar la tensión sectaria en otros países.

 

EU: La culpa es del presidente Al Maliki

 

 


WASHINGTON. El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Martin Dempsey, achacó la crisis iraquí a la actitud del Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki, que ha perdido el control de amplias zonas frente a las milicias extremistas suníes.

 

Dempsey dijo en una audiencia en el Senado Estados Unidos no puede hacer mucho “para compensar el grado en el que el gobierno de Irak ha fallado a su gente”.

 

Tanto Dempsey como el secretario de Defensa, Chuck Hagel, negaron que la ausencia de tropas estadunidenses tras el fin negociado de la guerra de Irak, a finales de 2011, haya sido la razón definitiva que ha llevado al grupo extremista suní del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) a hacerse con el control de gran parte del país.

 

La presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, la demócrata Dianne Feinstein, fue más directa y dijo que Al Maliki, líder chiíta acusado de no haber tendido puentes con la minoría suní, debe dejar paso a un nuevo gobierno de unidad.

 

Dempsey confirmó en la audiencia que el gobierno iraquí ha pedido a Estados Unidos apoye con ataques aéreos contra posiciones del EIIL, pero el general se mostró cauto por las dificultad que entraña marcar con claridad los objetivos militares.

 

Como ejemplo, el máximo líder militar dijo que en Mosul, tomada por el EIIL la semana pasada, una base ha pasado de estar en manos del ejército iraquí a los rebeldes suníes y finalmente a los “peshmergas” (tropas kurdas), lo que complica el éxito de posibles ataques aéreos.

 

Hagel y Dempsey no quisieron adelantar su postura sobre las opciones militares que podrían ayudar a frenar los avances del EIIL a la espera de que el presidente estadunidense, Barack Obama, trate con los líderes del Senado y de la Cámara de Representantes las opciones en Irak.

 

Feinstein dijo que sus informaciones indican que el EIIL dispone de 20 mil soldados y milicianos entre Siria e Irak, aunque Dempsey, que no quiso revelar sus números por ser secretos, dijo que son menores.

 

Merkel: es de Estados Unidos

 


BERLÍN. La canciller alemana, Angela Merkel, subrayó la “especial responsabilidad” que tiene Estados Unidos en Irak, donde continúan los combates entre el ejército y los yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).

 

Merkel apeló a la responsabilidad de Washington en una rueda de prensa en la Cancillería tras reunirse con el primer ministro tunecino, Mehdi Yuma, y descartó que Alemania pueda plantearse intervenir militarmente en Irak.

 

En declaraciones al periódico Hannoverschen Allgemeinen Zeitung, el líder del grupo parlamentario conservador en el Parlamento alemán, Volver Kauder, había apuntado ya a que la invasión estadunidense obligaba a EU a ocuparse de la evolución de Irak.

 

Frente a estas opiniones, la ministra alemana de Defensa, Ursula van der Leyen, rechazó que la responsabilidad principal en la crisis iraquí recaiga en EU y abogó por una solución regional al conflicto.

 

El Gobierno alemán dirigido en el momento de la intervención por el socialdemócrata Gerhard Schroeder se mantuvo firme en su rechazo a la guerra de Irak, generando en 2002 una grave crisis con EU.

 

Por el momento, según informa el periódico Wall Street Journal, el presidente, Barack Obama, ha descartado bombardear las posiciones de los extremistas suníes en Irak y apuesta por buscar apoyo político en la región y ofrecer ayuda de los servicios de inteligencia al Ejército iraquí.