WASHINGTON. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, visitará México el 25 y 26 de junio para reunirse con las autoridades y examinar la marcha de las reformas y el futuro de la economía.

 

“Lagarde se reunirá con las autoridades para tratar el estado de la economía mexicana y participará en una conferencia sobre inclusión financiera”, anunció el portavoz del FMI, Gerry Rice.

 

Tras pasar por México, Lagarde se dirigirá a Jamaica, donde también mantendrá reuniones con el equipo de Gobierno.

 

El FMI estima que la economía mexicana cerrará este año con un aumento del 3% de su Producto Interior Bruto (PIB) y conseguirá un repunte del 3.5 % en 2015, con una inflación del 4% este año y del 3.5 % el próximo.

 

El mes que viene el FMI publicará las nuevas estimaciones para la economía internacional en su actualización del Informe de Perspectivas Económicas Mundiales.

 

El FMI se ha mostrado optimista por las reformas económicas que está abordando el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en el sector petrolero, de telecomunicaciones o en el mercado laboral.

 

Frágil recuperación

 

Christine Lagarde, delineó la agenda para los próximos 12 meses dirigida a transformar la frágil recuperación de la economía global en un crecimiento rápido, balanceado y sostenible.

 

Estas acciones incluirán iniciativas para el manejo de la normalización de las políticas monetarias y para contener los efectos provocados por esos ajustes, así como reformas para asegurar un crecimiento robusto a la vez que se reducen vulnerabilidades.

 

“La actividad global está fortaleciéndose, pero la recuperación se mantiene desigual y muy débil para adoptar una posición confortable. Crear una economía global rica en empleos es un trabajo en progreso que requiere políticas a modo más ambiciosas”, dijo.

 

En el programa de trabajo presentado ante la Junta de Directores del Fondo, Lagarde subrayó el reto que presenta el fin de programas de estímulo y la necesidad de que exista un cuidadoso manejo al respecto.

 

“Potenciales efectos adversos como una excesiva volatilidad en los flujos de capital y monedas principales, estrictas condiciones financieras para países emergentes y en desarrollo y la subsecuente desaceleración en los países de origen requiere atención”, precisó.

 

Fin de programas

 

Lagarde dijo que el FMI continúa analizando el fin de los programas de estímulo fiscal, que en el caso de Estados Unidos significó hasta el año pasado una inyección mensual de 85 mil millones de dólares a la economía.

 

Aunque la directiva no aludió de manera específica al programa estadunidense, su gradual reducción anunciada en octubre pasado por el banco de la reserva federal ha generado temores sobre el potencial impacto en los mercados financieros.

 

En el ámbito de política fiscal, Lagarde dijo que el “fondo asistirá a los países miembros en desarrollar y calibrar paquetes fiscales para reducir los excesos sobre deuda pública, apoyar el crecimiento potencial y mitigar incertidumbres”.

 

“Avanzar en la consolidación fiscal a la vez que se salvaguardan el crecimiento y el empleo se mantiene como uno de los retos entre los países miembros”, dijo Lagarde, tras destacar en especial los casos de los países emergentes.

 

Subrayó la importancia de las reformas estructurales como instrumentos de apoyo a la adopción de políticas macro económicas destinadas a alentar el crecimiento, ámbito en el que dijo el FMI continuará ofreciendo asesoría de acuerdo.

 

Respecto a reforma interna del fondo, dijo que esta tarea, junto con asegurar que se tengan los recursos necesarios para la prevención de crisis, “se mantienen como prioridades absolutas”.