La FIFA investiga acusaciones de que los hinchas de México entonaron gritos denigrantes hacia los gays durante el primer partido de su selección en el Mundial ante Camerún.
El organismo rector del fútbol mundial señaló que “se abrió un expediente disciplinario contra México por la conducta inadecuada de sus espectadores” el viernes en Natal.
Los mismos gritos fueron escuchados en la transmisión de televisión durante el partido entre México y Brasil el martes en Fortaleza.
Los hinchas mexicanos suelen gritar un insulto que hace referencia a la homosexualidad de una persona cada vez que el portero realiza un saque de meta.
El grito se originó en los partidos de Chivas de Guadalajara y se popularizó en un encuentro entre las selecciones de México y Estados Unidos en esa misma ciudad del occidente mexicano por la eliminatoria olímpica para los Juegos de 2004 en Atenas. Desde entonces, es un grito común en casi todos los estadios del fútbol mexicano.
“Es algo en lo que no podemos intervenir ni deportiva, ni jurídicamente”, dijo el director de selecciones nacionales mexicanas, Héctor González Iñarritu, sin entrar en más detalles.
El martes, incluso los hinchas de Brasil adoptaron el grito a coro cada vez que el arquero de México, Guillermo Ochoa, realizaba un saque de meta.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y la mandataria brasileña Dilma Rousseff prometieron utilizar el Mundial como un vehículo para combatir el racismo y la discriminación.
Por su parte, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación aseguró en su página web que el grito de “puto” es una expresión de desprecio, de rechazo. No es descripción ni expresión neutra; y que los Estatutos de la FIFA en su artículo 3 indica: “Está prohibida la discriminación de cualquier país, individuo o grupo de personas por su origen étnico, sexo, lenguaje, religión, política o por cualquier otra razón, y es punible con suspensión o exclusión”.
Fare, un grupo europeo que supervisa el comportamiento de los hinchas en los estadios, también alertó a la FIFA sobre el despliegue de pancartas con mensajes de ultraderecha por parte de hinchas de Croacia y Rusia.
La FIFA indicó que hasta el jueves por la mañana se había iniciado sólo un caso disciplinario.
Y a los chilenos no los castigarán
La FIFA no tomará “medidas especiales” con la afición chilena en los próximos partidos, tras la invasión por parte de algunos hinchas de La Roja de la sala de prensa del estadio de Maracaná, instantes antes del comienzo del partido que enfrentó el miércoles a su selección frente a España.
Ralf Mutschke, director de seguridad de la FIFA, aseguró ayer que la Federación Internacional no tiene previsto medidas excepcionales con los hinchas de La Roja, porque se trató de un hecho aislado.
Durante una conferencia de prensa conjunta con el representante de seguridad del Comité Organizador Local, Hilario Medeiros, y el secretario de Seguridad para grandes eventos del Gobierno brasileño, Andrey Passos Rodrigues, Mutschke descartó que la afición chilena vaya a ser sometida a control alguno distinto tras los incidentes en el Maracaná, cuando 87 hinchas rompieron el cordón de seguridad y trataron de acceder al estadio sin entrada a través de la sala de prensa.
El director de seguridad de la FIFA, sin embargo, dijo desconocer si la Federación Internacional tiene pensado sancionar a la Federación Chilena por el comportamiento de estos seguidores.