RIO DE JANEIRO. Los organizadores del Mundial desplegaron 600 empleados de seguridad adicionales e instalaron vallas más altas en torno del estadio Maracaná el domingo, para evitar que se repitiera el incidente de hace cuatro días, cuando hinchas de Chile invadieron la sala de prensa antes de un partido.

 

Unos 40 agentes policiales vigilaban detrás de las nuevas rejas en la parte específica del estadio donde casi un centenar de seguidores chilenos irrumpieron antes del partido entre la selección de su país y España. Los hinchas entraron a la sala de prensa, donde rompieron muros en un intento aparente por colarse al partido, para el que estaban agotados los boletos.

 

El domingo, en el Maracaná, Bélgica se impuso 1-0 a Rusia. Para este partido, fueron desplegados también policías militares vestidos de negro, algunos con perros, que recorrieron las inmediaciones del inmueble. Un grupo especial de 600 policías, algunos armados con ametralladoras, empezó a bloquear calles e instalar barricadas antes del amanecer.

 

La policía revisó los boletos de los espectadores cuando salían de la estación del tren, desde donde hay que caminar una corta distancia al estadio.

 

Policías antimotines con armaduras plásticas montaron guardia, formando una fila afuera del estadio, que tiene capacidad para 74 mil espectadores.

 

El jefe de la policía militar del estado de Río de Janeiro dijo que habría 600 agentes adicionales en el partido, para elevar la cantidad a 3 mil.

 

Fue el tercero de siete partidos en el Maracaná, donde además se realizará la final de la Copa, el 13 de julio.
La FIFA consideró “vergonzosa” la invasión de los hinchas chilenos. Al menos 88 fueron detenidos después de eludir un puesto de revisión e ingresar a la sala de prensa.

 

En el primer partido de este Mundial en Maracaná, entre Argentina y Bosnia, al menos 10 hinchas fueron detenidos. Las autoridades dijeron que esas personas, de origen argentino, saltaron las vallas en busca de ingresar al estadio.