Cuidado. En el Oriente Medio se viene configurando un escenario con ingredientes peligrosos que pueden llevar a un nuevo periodo de inestabilidad financiera con consecuencias negativas sobre la recuperación de la economía global. Un escenario externo que podría lastimar, aún más, la frágil marcha de la economía mexicana en lo que resta del año.
Consecuencia de esta situación de potencial conflicto en un área clave para la producción petrolera en los países miembros de la OPEP, es que se incrementaron los precios de referencia del petróleo a nivel mundial. El Brent superó los 115 dólares por barril y el WTI los 107 dólares, precios que no se habían visto desde septiembre del año pasado.
¿Qué es lo que está pasando?
Desde hace varias semanas ha escalado en Irak una ofensiva lanzada por el grupo armado sunita que se hace llamar Estado Islámico de Irak y Levante en contra de los grupos chiitas que gobiernan Irak; una ofensiva que ya ha tomado el control de una amplia región del territorio, en el norte y oeste del país, incluyendo a Mosul, la segunda ciudad en importancia; por lo que prácticamente han rodeado la capital Bagdad ante la inoperancia del gobierno del primer ministro Nuri Al Maliki.
En Irak ya existe un vacío de poder que ha provocado que grupos, como de la región del Kurdistán, salgan a defenderse –y a defender las ricas zonas petroleras del norte del país- con sus recursos ante las amenazas del grupo radical sunita que está relacionado no solo con Al Qaeda, sino también con los rebeldes sirios que luchan en contra del régimen de Bashar al-Assad.
La violencia desatada por los sunitas del Estado de Irak y Levante ha puesto en un predicamento a la política del gobierno de Barack Obama de retirar sus tropas de Irak y Afganistán, dando argumentos a las reiteradas críticas de los conservadores en el Congreso estadounidense en contra de Obama.
En respuesta, Obama ya ha dado señales de que está dispuesto a intervenir en Irak, posibilidad que el líder supremo de Irán, Ali Khamenei, ha rechazado en lo que podría ser el inicio del resquebrajamiento de la reciente colaboración de Teherán y Washington sobre la situación en Bagdad.
La virtual advertencia del ayatola Khamenei va en el sentido de que EU no intente reemplazar a Maliki por alguno de sus incondicionales; cuestión que algunos analistas ven como una posibilidad cercana.
El hecho es que los radicales armados, con ambiciones regionales que van más allá de Irak, no han cesado en sus avances sobre el territorio iraquí y los riesgos de desestabilización política siguen creciendo en un país que produce más de 3 millones de barriles de petróleo al día. Una situación altamente inflamable que este fin de semana recibió una inyección más de combustible con los ataques cruzados que se dieron entre Israel y Siria.
La cuestión es que la explosiva situación que vive Irak cuestiona la estrategia de política exterior que ha seguido la Casa Blanca desde que asumió el presidente Obama y, de alguna manera, le obliga a tomar acciones directas en la región que podrían incendiar aún más las tensas y frágiles relaciones entre Israel, Siria, Egipto, Irán e Irak. Situación de la que no es ajena a los intereses de potencias como Rusia y China.
Derivado de este conflicto, se esperan nuevos incrementos en los precios de los combustibles que, por su peso en las economías, tienen impactos directos sobre la aún frágil recuperación europea y estadounidense. Una amenaza que acaba de nacer.