BUENOS AIRES. En una carrera contrarreloj para esquivar el cese de pagos, el Gobierno argentino espera que la Justicia estadounidense dé el próximo paso en el conflicto con los fondos especulativos, mientras hoy recibía nuevos apoyos internacionales para reforzar su posición en las negociaciones.

 

El juez neoyorquino Thomas Griesa, responsable del fallo que obliga a Argentina a pagar 1, 300 millones de dólares, más intereses, a los denominados “fondos buitre”, tiene ahora la palabra tras la petición del Ejecutivo argentino para que establezca medidas que le permitan pagar a los acreedores reestructurados y seguir negociando.

 

De momento, los fondos litigantes, que no se acogieron a los canjes de deuda planteados por las autoridades argentinas en 2005 y 2010, rechazaron hoy la solicitud del Ejecutivo de Cristina Fernández, aunque reiteraron su voluntad de dialogar si Argentina demuestra que está dispuesta a negociar de buena fe.

 

“Si Argentina realmente es seria en su intención de negociar una salida no hay ningún motivo para que las negociaciones no puedan terminar antes del 30 de junio”, dijo hoy a Efe Stephen Spruiell, portavoz del fondo Elliott Management, uno de los “holdouts”.

 

Con el objetivo de reforzar la postura argentino en el conflicto, el ministro de Economía, Axel Kicillof, se presentará este miércoles en Nueva York, en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

 

 

El Fallo

 

 

En busca de la negociación con los fondos especulativos, el Gobierno argentino reiteró hoy también su voluntad de hacer frente a sus deudas con la publicación, en varios diarios europeos, de la misiva difundida el pasado sábado a través del diario estadounidense The Wall Street Journal, confirmaron a EFE fuentes oficiales.

 

En el texto, titulado “Argentina quiere seguir pagando sus deudas pero no la dejan”, se explica la postura del Ejecutivo frente al fallo del juez Griesa que deja al país al borde de una suspensión de pagos.

 

En una rueda de prensa, el jefe de Ministros argentino, Jorge Capitanich, afirmó que el Gobierno “va a esperar la respuesta concreta de Griesa respecto de la notificación formal entregada ayer” antes de realizar cualquier nuevo planteamiento o valoración.

 

Capitanich rechazó entrar a valorar la designación de un mediador –el abogado Daniel Pollack– para avanzar en las negociaciones con los acreedores que demandaron a Argentina por el pago íntegro de la deuda estatal, en mora desde la crisis económica de 2001.

 

El Estado argentino intenta sortear la suspensión de pagos que provocaría la aplicación de las órdenes “pari passu (en igualdad de condiciones)” incluidas en la sentencia de Griesa, por las que Argentina debe saldar cuentas con los “fondos buitre” antes de poder pagar el resto de sus compromiso.

 

El próximo vencimiento de los pagos acordados con el 92 % de bonistas que sí aceptaron -con importantes quitas-, los canjes de deuda planteados por el Estado argentino en 2005 y 2010 se cumplirá el próximo 30 de junio.

 

Antes de caer en un “default” técnico (suspensión de pagos), Argentina tendrá un periodo de gracia de 30 días a contar desde la fecha de vencimiento.