Especialistas mexicanos ya podrán detectar, hasta con dos años antes de que se desarrolle, el cáncer cérvico-uterino con ayuda de luz fluorescente.
La innovadora tecnología denominada LuViva, autorizada por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), ya se aplica en Europa, así como en Estados Unidos.
Mark Faupel, creador del equipo con el que se realiza la prueba preventiva, no invasiva, explicó que ésta se basa en la luz fluorescente, utilizada en la Nasa.
El rayo de luz que emite LuViva detecta los cambios físicos y químicos de las células precancerosas al penetrar entre tres y cinco milímetros del tejido cervical hasta la capa basal y va directamente a la detección de los marcadores moleculares del cáncer.
A diferencia de las pruebas del Papanicolaou y del virus del papiloma humano, esa innovación no requiere muestra de tejido y evita la tardanza del laboratorio, pues sus resultados, confiables al ciento por ciento, se obtienen en minutos y el examen dura un minuto.
La prueba que no duele, como podría ocurrir con una biopsia, porque no modifica la estructura celular, se reduce hasta en 40 por ciento la incidencia de pruebas y de procesos innecesarios, con los subsecuentes ahorros económicos para el sector salud.
LuViva logró aplicar esa tecnología a la salud, y aunque ahora sólo se utiliza para la detección preventiva del cáncer cervico-uterino, está en análisis para los de faringe, recto, piel y ovarios.
Los cánceres cervico-uterino y el de mama son los principales causantes de muerte en mujeres mayores de 20 años, a pesar que son prevenibles en ciento por ciento si se detectan en etapa temprana, indicó Carlos Salazar López Ortiz, ex presidente del Colegio Mexicano de Ginecología y Obstetricia.
El Hospital Juárez de la Secretaría de Salud (SSA) sería el primero en contar con LuViva. (Con información de Notimex)