Los diputados y senadores del PRD, que hace unas semanas se rasgaron las vestiduras y exigieron la renuncia del secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell -al que acusaron de ser propietario de gasolineras y expendios de combustible en los que era cliente de Pemex, empresa a la que debe regular como funcionario público-, tendrían que expresar ahora qué piensan de que una integrante de sus bancadas legislativas, la diputada Purificación Carpinteyro, utilice su cargo de elección para idear y realizar negocios de telecomunicaciones, mientras ella es una de las legisladoras más activas y de las principales críticas de las nuevas leyes en la materia.

Los audios revelados ayer en internet, donde se escucha a la diputada del PRD hablar con un directivo de la española Telefónica Movistar, para proponerle un negocio en el sector de telecomunicaciones en el que se aliaría con Telmex para competir con Televisa, coloca a la legisladora, experta en temas del sector comunicaciones y ex funcionaria de la SCT y de Correos de México en el sexenio de Felipe Calderón, en una incómoda posición que raya en el tráfico de influencias y el conflicto de intereses.

Como congresista que participa en los debates y la redacción de las reformas constitucionales y ahora en las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones, Purificación no puede ni debe participar en ningún tipo de negocio privado en ese sector pues incurriría en un claro conflicto de intereses y en sospecha de tráfico de influencias para favorecer sus intereses personales. Aunque el tema del conflicto de intereses no está claramente regulado en las leyes secundarias, y hay una iniciativa del PAN atorada en la Cámara de Diputados desde 2007, tanto la Constitución como la Ley Orgánica del Congreso establece la obligación legal y ética de los funcionarios y representantes populares de excusarse de participar en decisiones o debates de leyes en los que tengan un interés particular.

Purificación Carpinteyro se había presentado hasta ahora como una experta en la materia que llegó al Congreso gracias a la diputación de mayoría que ganó por el PRD en la capital del país. Aunque como subsecretaria de Comunicaciones del sexenio de Calderón pesaron sobre ella acusaciones y sospechas de que favorecía a algunas compañías del sector como Telmex y Telefónica, ella siempre negó vínculos con esas empresas y se presentó como una “crítica independiente” y luego como una diputada también crítica y especialista en la materia.

La manera en que se le escucha hablar con José Gutiérrez Becerril, director de Pymes de Telefónica Movistar, en una grabación ilegal de una conversación privada, recuerda también el escándalo en que ella misma se vio involucrada en el 2009 cuando filtró a la radio un audio de una llamada telefónica del que entonces era su jefe, el secretario de Comunicaciones, Luis Téllez Kuensler. La llamada en la que Téllez cuestionaba al ex presidente Salinas por el uso discrecional de la partida secreta de la Presidencia de la República, no sólo desató una tormenta mediática y política, sino que derivó en una denuncia penal en la que el titular de SCT acusó a Purificación, su subsecretaria, de haber sido quién grabó y filtró su conversación privada. Al tiempo el escándalo llevó a la renuncia de Carpinteyro de la Subsecretaría de Comunicaciones y meses después fue exonerada de las acusaciones de Téllez.

Hoy es la diputada Carpinteyro quien no sólo es víctima de un espionaje ilegal sino que se ve envuelta en el escándalo al proponerle a un directivo de una empresa privada como Telefónica iniciar un negocio de internet, televisión por cable y telefonía que compita con la empresa Televisa, propiedad de Emilio Azcárraga, de la que además ella ha sido una feroz crítica como funcionaria y como legisladora. Ayer mismo, ante el escándalo, la diputada del PRD no negó que la llamada sea suya, pero se defendió con el discurso antimonopólico: “El enemigo no soy yo; el enemigo son los monopolios”, dijo por la tarde en su cuenta de Twitter.

El problema para Purificación Carpinteyro es que su credibilidad y su imparcialidad en la discusión de las leyes secundarias de telecomunicaciones se verá seriamente afectada a la luz del contenido de esa llamada; en un mínimo acto de congruencia la diputada tendría que excusarse de participar en los debates y votaciones del tema y su partido, el PRD, debería de cuestionarla con la misma ferocidad con la que cuestionó que Pedro Joaquín Coldwell fuera a la vez secretario de Energía y concesionario de Pemex. Los dos casos representan un claro conflicto de interés y una total falta de ética y de probidad, tanto del secretario del gabinete de Peña Nieto como de la diputada perredista. ¿Será capaz Purificación de purificarse?

 

NOTAS INDISCRETAS… ¿Qué pesaría más en la decisión de Miguel Ángel Mancera de flexibilizar las restricciones para la circulación de vehículos en el Hoy no Circula: las marchas y protestas de los ciudadanos de la capital o la fuerte crítica de Andrés Manuel López Obrador al pedir que cancelaran las medidas que golpeaban la economía popular? Como sea, lo que quedó claro es que el gobierno “de izquierda” de la Ciudad de México había actuado con esas medidas como la más recalcitrante derecha… Los dados se baten. ¿Serpiente o Escalera?