El millonario negocio del tráfico de drogas a Estados Unidos por la frontera con Baja California tiene, otra vez, a una mujer al frente. Se trata de Enedina Arellano Félix, alias La Narcomami o La Jefa, cabeza del Cártel de Tijuana.

 

 

La caída de sus hermanos en los últimos años, y la captura de su hijo a quien había colocado al mando, dejan a Enedina en el liderazgo único del cártel, reforzando además la posición que ya tenía como la mujer más poderosa de las drogas en México.
Desde el 2008, la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) ya la consideraba incluso la mujer más prominente del narcotráfico a escala global, por su capacidad de organización y operación financiera.
Pero la detención el lunes pasado de su primogénito, Fernando Sánchez Arellano, deja a la sinaloense de 53 años otra vez al frente, no sólo de los negocios y del lavado de dinero, sino también de las acciones operativas del cártel.
De acuerdo con investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) el grupo de Los Arellano Félix, tras fuertes pugnas internas, retomó el control del tráfico de estupefacientes en Baja California en alianza con el Cártel del Pacífico.
En esa evolución ha sido clave la Narcomami, quien gracias incluso al reconocimiento histórico con el que contaba, logró colocar a su hijo al frente de una dividida organización, y solucionadas las pugnas internas, virar hacia una operación más discreta.
Enedina Arellano es la única mujer al frente de una organización del narcotráfico en la actualidad, de acuerdo con las jerarquías criminales que han señalado dependencias y organismos especializados en México y Estados Unidos.

 

 

Carrera criminal

Desde el año 2002 el gobierno de Estados Unidos identificó a Enedina, casada en aquel entonces con Luis Raúl Toledo Carrejo, como una figura de primer nivel en el Cártel de Tijuana y junto con su esposo, como los cerebros financieros.
Según la información del Departamento del Tesoro de EU, la pareja contaba con negocios como las farmacias Vida Suprema, la cual contaba con más de 30 sucursales; con una distribuidora farmacéutica de nombre Imperial; con la empresa de bienes raíces Administradora de Inmuebles Vida, entre muchos negocios más.
Todas esas empresas, que operaron por más de dos décadas, sirvieron para el lavado de millones de dólares provenientes del tráfico de estupefacientes hacia el norte del continente.
Con el paso de los años la posición de La Jefa fue cobrando importancia. Junto con su hermano Eduardo Arellano formó un binomio de liderazgo hasta que éste fue detenido en el 2008, lo que dejó a Enedina por primera vez al frente del cártel.
Fue ahí cuando, según las investigaciones oficiales, operó para que su hijo emprendiera un relevo generacional y asumiera la parte operativa, tomando ella una posición de asesora.

 

 

Discreta y empresarial

Autoridades consultadas por 24 HORAS indican que Enedina Arellano es la responsable de evolucionar al Cártel de Tijuana de un grupo violento a una “pseudo empresa”. Incluso forjó nexos con narcotraficantes colombianos.
Las fuentes ministeriales consultadas indicaron que existe una orden de aprehensión en su contra por delincuencia organizada y lavado de dinero, pero ella no figura en las listas de los más buscados ni existe una recompensa por su captura.
Se cree que podría encontrarse en Baja California o en Sinaloa.
Enedina estudió Contabilidad en una universidad privada en Guadalajara, Jalisco y logró licenciarse. De ella han circulado varias fotografías pero no se ha confirmado la veracidad de ninguna.

 

 

Confirman identidad de El Ingeniero

Ayer la PGR difundió los resultados de pruebas periciales de ADN y fisonómicas que confirman la identidad de Fernando Sánchez Arellano El Ingeniero, detenido el lunes en Tijuana.
Se confirmó que Sánchez Arellano tenía una doble identidad bajo el nombre de Fernando Canales Villanueva, con la que había tramitado distintos documentos, incluyendo un pasaporte y una licencia de conducir.

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