PORTO ALEGRE, Brasil.- Un coloso del área, un gladiador del gol. Otra vez Lionel Messi salió al rescate de Argentina con dos soberbios tantos que le dieron el triunfo en lo que fue la mejor actuación del equipo dentro de su marcha invicta por la primera fase de la Copa Mundial.
Argentina, con un doblete de Messi y otro de Marcos Rojo, venció el miércoles 3-2 a Nigeria y ganó su Grupo F con el ideal de nueve puntos, para enfrentar en octavos de final a Suiza, segundo del Grupo E, el próximo lunes en Sao Paulo.
Loas también para Ahmed Musa, autor de los dos goles de los africanos, que sin la técnica de los argentinos arrimaron peligro más en base a potencia que otra cosa, pero que fue suficiente para poner en aprietos al rival.
“Hoy mejoramos, más allá de los dos goles que nos hicieron. Jugamos contra un equipo que proponía, que quería jugar, que tiene buenos jugadores”, valoró Messi. “Creo que se vio una buena Argentina”.
Pese a la derrota, Nigeria avanzó como segundo del grupo, con cuatro puntos, ayudado con el triunfo 3-1 que Bosnia (tres unidades) consiguió ante Irán (un punto) en el otro partido que se jugó a la misma hora. Nigeria se las verá con Francia el domingo en Brasilia.
¿Argentina tiene desajustes defensivos?
Sí, es casi un flan en el fondo.
“Lástima que nos hicieron dos goles, pero bueno tenemos que trabajar en eso para que en el próximo no nos conviertan”, resaltó Messi.
A su vez, el técnico Alejandro Sabella analizó que “tenemos un equipo muy ofensivo y Nigeria es un equipo que se desdobla muy rápido, tiene gente que juega con esa desinhibición y son cosas que pueden pasar”.
Pero Argentina cuenta con Messi, quien patrulló la ofensiva entre valles de piernas y colinas de cabezas para meter el primero con un zurdazo que infló la red y otro con un delicioso tiro libre sobre la hora del primer tiempo y que significó el parcial 2-1 para su equipo.
“Messi viene de Júpiter, es un futbolista distinto”, dijo el técnico de Nigeria, Stephen Keshi.
En un arranque electrizante como ninguno en este certamen, dos tantos en un breve lapso cargaron de emoción a una etapa en la que Argentina controló el balón y machacó en ataque, pero sin puntería a la hora de definir.
Messi se despachó a los tres minutos apenas 60 segundos después con un zurdazo que entró como una bala casi cerca del travesaño tras tomar un rebote en el palo de Ángel Di María y apenas un minuto más tarde, un gol de Musa, con un sablazo esquinado que superó la estirada de Sergio Romero, calmó la euforia de los argentinos.
Pero Messi desniveló sobre la hora de le etapa con una exquisita definición de tiro libre, para elevar a cuatro el número de goles en tres partidos del torneo.
Al despuntar el complemento, Musa con un zurdazo y pasando como vecino afable entre la defensa argentina, puso el 2-2 a los 47 minutos y Rojo desniveló con la rodilla a los 49.
Poco después, Messi le dejó su lugar a Ricky Álvarez, en una decisión del técnico Sabella para preservar el físico de la “Pulga” para la etapa que se avecina.
Sin Messi en la cancha, un punto de interés fue si la defensa argentina estaba capacitada para detener a Nigeria, algo que logró pero con un poco de zozobra.