Quien apueste al sabotaje de la reforma electoral no sólo desconoce el consenso político que está detrás de ella, sino que incurre en una actitud irresponsable y antidemocrática, sostuvo el presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello.
Al participar en el Seminario Internacional Derechos Políticos, Instituciones Electorales, Sistema de Gobierno y Democracia, el consejero aseguró que el problema de todos los actores políticos de ahora en adelante “no es tanto juzgar la pertinencia o no de las reformas, sino hacer que las normas funcionen”.
Afirmó que la reforma política y su legislación secundaria fue, en su momento, una norma debatida y controvertida; “nosotros, en el entonces Instituto Federal Electoral (IFE), fuimos críticos de la reforma por las indefiniciones y zonas de duda que genera prácticamente en todo el mundo electoral”.
Sin embargo, declaró, hoy la reforma “es lo que es y no puede soslayarse, es el fruto de un enorme consenso político” de ahí que lo que “hoy se nos impone es una coordinación obligada por mandato constitucional y legal”.
En el acto organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, donde dictó la conferencia magistral “La reforma electoral 2014”, resaltó que la propia reforma constitucional otorgó al INE diversas facultades, como la de designar a los integrantes de los Organismos Públicos Locales Electorales.
Además de la facultad de atracción, asunción y remoción de consejeros electorales, atribución que deberá verse “como una facultad extraordinaria y preferente de no uso”.
Es decir, “cuando las tengamos que ejercer, las vamos a ejercer, no como una lógica de intromisión, sino como una válvula de seguridad extrema para que la estandarización de criterios y de ejercicio de las funciones de los principios de la función electoral de autonomía, imparcialidad e independencia”.
Aseguró que el desafío es demostrar que la reforma es practicable y se puede llegar a consolidar el régimen democrático, de no ser así “no podremos bajarnos de esta maldición mexicana de la noria electoral”.
Afirmó que el INE y los órganos locales deben coexistir y coordinar esfuerzos, porque antes de la aprobación de la reforma existían dos cuestiones en torno a la desaparición o no de los 32 órganos e institutos electorales locales.
La primera buscaba romper la capacidad de control de los poderes políticos locales sobre los órganos electorales y la segunda se trataba de un “atentado gravísimo en contra del federalismo”.
Sin embargo, “no me coloco en ni la una ni la otra”, pues en el país no todos los poderes políticos ni las autoridades locales son lo mismo, aseguró el consejero.