El fantasma del Maracanazo rondó como nunca antes las mentes de todo Brasil. El estadio Mineirao de Belo Horizonte enmudeció un rato, los casi 58 mil aficionados estaban pasmados.

 

 

El primer partido de octavos de final fue cardiaco, un fatigado equipo chileno llevó a base de pundonor a Brasil hasta la tanda de penales.

 

 

Inició Brasil con David Luiz que cobró perfecto engañando a Bravo; siguió  la falla de Pinilla, cuando  el estadio era una locura, Willian  falló también. Era la oportunidad de Chile para emparejar el tanteador, apareció la estrella  Alexis Sánchez  que  también falló.

 

 

Era el turno de Marcelo, el único brasileño que disfruta el futbol como niño, tomó el balón y concretó el 2-0; apareció Charles Arguiz, la presión era total, el defensa chileno no estropeo la oportunidad y ponía el 2-1 para Chile.

 

 

Llegó la oportunidad de Hulk, el mediático jugador brasileño erró su disparo, el arquero Bravo alcanzó el balón con la pierna.

 

Marcelo Díaz se encaminó al manchón penal, el momento anímico era para los andinos; el mediocampista acertó y puso el 2-2.

 

A los 22 años  Neymar tenía en sus pies la presión de todo un país, el brasileño no falló, puso el 3-2.

 

 

Gonzalo Jara  era el indicado, matar o morir para Chile, el defensa chileno tomo distancia, disparó y el poste le negó la oportunidad de lograr un hazaña. Brasil sufrió lo indecible para pasar a cuartos, o mejora su juego o se va de su Mundial.

 

 

Al final con dos penales atajados, Julio Cesar se convirtió en el héroe brasileño, y es que también salvó un para de ocasiones a la verde amarela de la derrota.

 

En un segundo tiempo extra Chile arrastraba las piernas, una muralla roja se impuso a Brasil y la definición del partido es en tanda de penales. Los andinos tuvieron el triunfo pero el travesaño les negó la historia de eliminar a Brasil en casa.

 

 

Un primer tiempo extra lleno de nerviosismo, trabado pero donde a la selección chilena se le nota que las piernas ya no le dan, pierden el balón fácilmente  y les cuesta mucho recuperarlo.

 

 

Los dirigidos por Jorge Sampaoli le plantaron cara a Brasil, los llevaron hasta los tiempos extras. En los últimos minutos del tiempo regular los locales eran más, estaban encima y estuvieron a punto de conseguir pero Claudio Bravo lo impidió.

 

 

Los chilenos crecieron en actitud y  en futbol, para el minuto 75 eran más que los brasileños, si bien por aire no hacían gran cosa, los desbordes por ambas bandas fueron su arma más poderosa; la más clara un tiro a la altura del manchón penal  de Charles Aránguiz que Julio Cesar sacó milagrosamente.

 

 

El estadio Mineirao estalló, era el 2-1, Hulk remató mal con la pierna pero mandó el balón lo suficientemente lejos del alcance de Claudio Bravo,  cuando el delantero y todo Brasil festejaban el árbitro Howard Webb pitó y anuló el tanto porque Hulk se acomodó el balón con el brazo. 

 

 

En un saque de manos a favor de Brasil y a 20 metros del arco de Julio Cesar se empezó a  gestar el empate de Chile. El pase que le llegó a Alexis Sánchez fue dócil y al pie, el delantero del Barcelona no se volvió loco, paró el esférico y cruzó al arquero brasileño.

 

 

El empate chileno 

 

 

 

 

 

 

Después del gol, y tras 30’ de tiempo corrido  los locales se dedicaron a  pegar sistemáticamente para cortar el avance del rival, se olvidaron de ir hacia adelante.    

 

 

En un tiro de esquina, cuando Brasil comenzaba a inclinar la cancha a su favor apareció la ansiedad, el nerviosismo en la defensa chilena; Gonzalo Jara metió la pierna con la intención de cortar el centro de Neymar pero conectó el balón para meterlo en propia meta, ante la presión de David Luiz.    

 

 

 

El 1-0 de Brasil 

 

 

 

     

 

 


Los primeros 15 minutos de juego fueron para Brasil que por las bandas encuentra mejor llegada, con Hulk y Neymar en combinación la zaga andina pasó  momentos de poca lucidez.