Por Gabriela Rivera

Por mucho tiempo los médicos y la población han discutido si desayunar contribuye a perder peso y tener una vida más saludable. Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que la primera comida del día no tiene efectos considerables a la hora de hacer una dieta.

La revista Science  publicó recientemente un estudio en el que analizaron a dos grupos de personas: uno que diariamente desayunaba y otro que comía hasta el mediodía. Los resultados revelaron que no hubo diferencia significativa en la pérdida de peso, además de que hubo poco impacto sobre el metabolismo y la salud cardiaca.

PAG-23-bajo_en_caloriasDavid B. Allison, director del Instituto de Investigación de Nutrición y Obesidad de la Universidad de Alabama, indicó que  la idea de que comer el desayuno ayuda a perder peso se debe en gran parte a partir de estudios mal interpretados y ninguno ha demostrado una relación directa de causa y efecto entre el desayuno y la pérdida de peso.

No obstante, un pequeño número de ensayos aleatorios no ha dejado de sembrar dudas sobre el efecto protector de desayuno. En la Universidad de Cornell, en Nueva York, los científicos han demostrado en experimentos que, en algunos casos, la gente que no desayuna puede comer más calorías en la siguiente comida. Pero esas calorías extra no compensan las que se perdieron por omitir el desayuno; así que al final del día terminan consumiendo menos calorías.

Incluso, los investigadores de Cornell han argumentado que para algunos adultos, saltarse el desayuno puede ser en realidad una buena manera de reducir el peso, no ganarlo.

A pesar de la evidencia científica, hay médicos que siguen insistiendo en la necesidad de desayunar después de levantarse de la cama. La endocrinóloga, Daniela Jakubowicz, reiteró que es la comida más importante del día, ya que es la que irrumpe el ayuno del organismo durante la noche.

De acuerdo con la especialista, el cuerpo sólo puede soportar 45 minutos sin alimento, a partir de que despierta. En caso de no consumir ningún alimento, el organismo empezará a consumir las proteínas de los músculos. En cuanto la persona almuerce o coma, todos los nutrientes serán aceptados como excedentes y se desviarán como “grasa de reserva”, lo que provoca que la persona engorde.

Si bien los dietistas, como Jakubowicz, insisten en desayunar para perder peso, los investigadores señalan que no hay que preocuparse tanto por su peso  si la primera comida del día es el almuerzo hasta las 12 del día.

De acuerdo con Jakubowicz, así funciona el cuerpo al despertar:

El cerebro comienza revisar la reserva de energía que tiene el organismo.

La sangre cuenta con glucosa suficiente para funcionar 20  minutos.

En el hígado, la reserva de energía es de 25 minutos más.

Si la persona no consume alimentos:

La hormona de la cortisona comienza obtener la proteína de los músculos, los ligamentos de los huesos y el colágeno de la piel.

Dichas proteínas se envían al hígado, que las trasnforma en glucosa para que el organismo funcione toda la mañana.

Todo este proceso genera pérdida de tono muscular, mientras que el cerebro pasa las primeras horas del día activando el sistema de reservas para obtener la energía suficiente.