Probamos la nueva BlackBerry Q5, una de las más recientes ofertas de la compañía canadiense para los mercados emergentes y que reúne algunas de sus mejores (y peores) características en un smartphone. Te enlistamos algunas:

 

 

*Mantiene el teclado físico, una característica que llevó a la fama a la compañía hace algunos años. Un teclado QWERTY completo con pequeños cambios estéticos: las teclas están separadas físicamente y es más recto.

 
*El alcance de su recepción sorprende: alcanza hasta en el Metro de la Ciudad de México.

 
*Tamaño de pantalla: 3.1 pulgadas y resolución de 720×720 píxeles. La representación de los colores es nítida y conserva la funcionalidad debido a su tecnología TFT.

 
*Hablemos del almacenamiento, cuenta con 2 GB de memoria RAM, una cantidad muy interesante y a la altura de sus símiles como Z10 y Q10. Se parten de 8 GB de memoria flash (ampliables mediante microSD con hasta 32 GB).

 
*Todo es de plástico. No hay pestaña alguna ni tornillo, es un terminal hermético, así que no se tiene acceso a la batería, la cual por cierto permite utilizar el smartphone todo el día sin preocuparse porque se descargue.

 
*El BlackBerry Q5 viene equipado con un procesador dual core de 1.2 GHz. Sin problemas.

 
*Las predicciones de palabras continúan en BlackBerry Q5 y aparecen justo al comienzo de la pantalla en la parte inferior, algo mucho más cómodo y fácil de utilizar.

 
*¿Dónde se introduce la tarjeta SIM y la tarjeta de memoria? En el lateral izquierdo hay una pestaña que debes abrir, ahí hay dos ranuras muy bien señalizadas, donde se pueden insertar ambas tarjetas.

 
*Aplicaciones, el gran problema. Un gran número de aplicaciones son portadas de Android, muy inestables y poco llamativas a excepción de unas cuantas. Twitter y Facebook, sin fallas durante el periodo de prueba.

 
*El BlackBerry Q5 viene equipado con una cámara trasera de 5 mpx y una frontal de 2 mpx, ambas no registraron problemas ni sobrecarga del sistema cuando se les mantiene activas por un largo periodo de tiempo.

 

 

El smartphone resulta funcional y con un diseño atractivo, aunque su gran deuda sigue siendo el ecosistema de aplicaciones, algo que adolece el sistema operativo BlackBerry en general.