KIEV. Al menos cuatro personas murieron en el este de Ucrania en un tiroteo, pocas horas después de que el mandatario Petro Poroshenko anunciara el fin de la tregua y una ofensiva contra los separatistas. El presidente ruso Vladimir Putin dijo que su par ucraniano tendrá de ahora en adelante “toda la responsabilidad, no sólo la militar sino también la política”.
El autoproclamado gobierno de Donetsk informó de combates en la ciudad de Kramatorsk, en el pueblo de Karlivka y en el aeropuerto de Donetsk. En Karamatorsk murieron cuatro personas y cinco resultaron heridas durante un tiroteo que alcanzó a un autobús. La prensa local también reportó ataques en Slaviansk y habló de un total de seis muertos.
“La operación en el este vuelve a estar en marcha desde primera hora de la mañana”, informó el presidente del Parlamento ucraniano, Alexander Turchinov. “Nuestras Fuerzas Armadas están atacando las bases de los terroristas”, dijo en referencia a los separtistas prorrusos. Según el Ministerio de Defensa, el Ejército está llevan a cabo ataques aéreos y de artillería “para contrarrestar el riesgo evidente de que las bandas terroristas ataquen objetivos civiles”.
A pesar de que Kiev reanudó los combates, Poroshenko aseguró que sigue aspirando a una solución pacífica del conflicto, según dijo en una conversación telefónica a la canciller alemana, Angela Merkel.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, apuntó contra su homólogo ucraniano por relanzar la ofensiva militar en el sureste. “Hasta ahora, Petro Alexeyevich (Poroshenko) no tenía una relación directa con las órdenes para emprender acciones militares. Ahora asumió toda la responsabilidad, no sólo la militar sino también la política, que es más importante”, dijo Putin en una reunión con los embajadores rusos.
El jefe del Kremlin lamentó que los esfuerzos diplomáticos de Rusia, Francia y Alemania no pudieran “convencer (a Poroshenko) de que el camino hacia una paz segura, sólida y duradera no puede pasar por la guerra”.
La Cancillería rusa emitió un comunicado en el que exigió a Kiev el cese de las acciones militares en el este del país y le advirtió que “tendrá que pagar por crímenes contra la población civil” si no adopta un alto el fuego real.