Un cohete transportador de un satélite de la NASA iluminó el cielo antes del amanecer del miércoles al iniciar su misión de buscar las principales causas del calentamiento global.
El cohete Delta 2 partió de la Base Aérea Vandenberg junto a la costa central de California y 58 minutos después liberó el satélite para dejarlo en órbita.
Fue “un vuelo perfecto al espacio”, dijo el director del proyecto Ralph Basilio en una conferencia de prensa posterior al lanzamiento.
Desplegadas las antenas solares suministradoras de energía, las primeras verificaciones revelaron que el satélite funcionaba correctamente y se iniciaron las comunicaciones, añadió.
El lanzamiento iba a realizarse el martes pero fue cancelado debido a defectos de equipos en tierra.
La NASA intentó en 2009 lanzar un satélite para el estudio del dióxido de carbono, producto del consumo de combustibles fósiles y principal causante del efecto invernadero. El satélite en esa ocasión cayó al mar de la Antártida debido a una falla mecánica con el cohete Taurus XL.
Después de ese fracaso, la NASA invirtió varios años y millones de dólares en la fabricación de un artefacto casi idéntico.
El satélite, llamado Observatorio Orbital Carbón-2 (OCO-2 por sus siglas en inglés), buscará rastros de anhídrido carbónico desde 705 kilómetros (438 millas) de la superficie de la Tierra.
Fábricas y automóviles liberan cada año unas 40.000 millones de toneladas de anhídrido carbónico. La mitad del gas invernadero queda atrapado en la atmósfera, mientras que el resto es absorbido por árboles y océanos.
El objetivo de la misión de dos años, con un costo de 468 millones de dólares, es estudiar los procesos de absorción de anhídrido carbónico por el ambiente.