El sistema de Naciones Unidas en Honduras demandó al presidente Juan Orlando Hernández combatir la pobreza, falta de acceso a la educación, trabajo y violencia, causas que generan migración de niños y jóvenes sin sus padres.

 

Expresó “su profunda preocupación por la situación de las niñas, niños, adolescentes hondureños migrantes y en movilidad no acompañados, detenidos en la frontera suroccidental de Estados Unidos”.

 

Instó al gobierno de Hernández a profundizar los esfuerzos que realiza para asegurar la inclusión social de la población y ampliar las oportunidades de trabajo.

 

Indicó que la migración centroamericana es multicausal y responde entre otros a la situación económica, reunificación familiar y de seguridad que obliga a estos niños y adolescentes a salir de sus países.

 

El gobierno hondureño ataca la migración de niños y adolescentes solos, implementando retenes migratorios, despliegue militar en las fronteras, acuerdos de interacción consular en los denominados países del triángulo del norte.

 

Además de recibir a los niños deportados, intentar reinsertarlos en el entorno local, que no dejan de ser paliativos y no responden a la demanda social imperante en el país, donde el 70 por ciento de su población está sumida en la pobreza y extrema pobreza.