RÍO DE JANEIRO.– La guerra comenzó ya. No les importa que al torneo le falte semana y media y que en el camino estén selecciones tan potentes como Colombia, Francia, Alemania y Holanda. Los brasileños y los argentinos ya se hacen en la final, al menos los seguidores, hinchas o torcedores, como les quiera llamar.
Los argentinos desde que llegaron traían preparadas canciones para molestar a sus vecinos brasileños, país con el que comparten frontera e historia, incluso una guarra entre ambas naciones en el siglo 19, que terminó en empate, empantanada por la falta de recursos de ambas naciones para dar algún golpe de importancia.
La canción en cuestión es sobre el partido que Argentina le ganó a Brasil en Italia 90, cuando se enfrentaron y salieron airosos con un pase de Diego Maradona que dejó regados rivales y habilitó a Claudio Caniggia, para el gol que festejan y festejan aquí, 24 años después.
Los brasileños aprecian realmente a los argentinos. Los dos países tienen una estrecha relación cultural y en todos los medios de comunicación se hace énfasis en que los visitantes de ese país son “los hermanos”. Pero eso sí, no les mencionen el futbol, porque en eso está completamente descartado que Maradona tenga siguiera punto de comparación con Pelé.
Y así es la respuesta de los brasileños, que le recuerdan a sus vecinos que Argentina tiene sólo dos copas, y Pelé, él solo tiene tres. Pero para que la canción brasileña comenzara a cantarse en las calles y en las concentraciones de fans, han tenido que pasar casi tres semanas de Mundial, en el que el torneo se acerca ya a la recta final.
Los argentinos que llegaron a Río de Janeiro, se burlan también de que tienen copada la ciudad y tildan a sus anfitriones de “pechos fríos”. En el caso de las dos canciones, la mase es una canción brasileña tradicional.
Los brasileños están seguros de que se van a encontrar a Argentina en la final y de que la van a ganar. No permiten siguiera la duda, aunque algún aficionado preferiría no encontrarlos para definir el título en Maracaná, porque la posibilidad de perder contra ese equipo ahí es algo que no quieren siquiera imaginar.
Por el contraria, a cualquier argentino que se le pregunte, sueña con la final en ese estadio y contra Brasil, equipo sobre el que afirman tener paternidad y dan por sentado que habrá un nuevo maracanazo y esta vez será albiceleste.
Sin embargo, hay un número grande de brasileños para los cuales el futbol no es lo más importante, porque existen. Gente normal, trabajadores, mujeres en su mayoría, con las que platicando se descubre que preferirían que Brasil fuera eliminada antes de la Final, porque están descontentos con el gobierno del país y la forma en la que según la opinión general, se abusó de recursos públicos y simple y llanamente, dicen, se robó el dinero.
Es el caso de Sonia, arrendadora que ha hecho gran negocio en esta Copa del Mundo gracias al gran número de turistas que eligieron rentar departamentos debido al alto costo de los hoteles. “Yo la verdad es que quería que ganara Chile, para acabar ya, con este gobierno”.