JERUSALÉN. Decenas de soldados israelíes se han desplegado frente a la casa del joven palestino desaparecido el martes en el barrio de Shuafat y hallado muerto ayer, donde han estallado enfrentamientos con grupos de manifestantes.

 

 

Según constató un reportero de la Agencia EFE, alrededor de 300 personas se congregaron en las inmediaciones del edificio de varias plantas en el que vivía Mohamad Husein Abu Jedeir, de 16 años, cuando transcendió que su cadáver fue encontrado, con signos de violencia, en un bosque de la parte árabe de Jerusalén.

 

 

A medida que aumentaba la tensión, algunos de los concentrados comenzaron a lanzar piedras y otros objetos contra las tropas, que respondieron con métodos antidisturbios, sin que se hayan producido víctimas.

 

 

La policía israelí admitió que investiga un posible caso de venganza después de hallar el cadáver, en un asesinato que ya ha condenado el alcalde de Jerusalén Nir Barkat.

 

 

“Es un acto bárbaro y horrible que condeno. Esa no es nuestra manera de actuar y estoy seguro de que nuestras fuerzas de seguridad llevaran a los culpables a la justicia. Pido a todas la partes prudencia”, afirmó.

 

 

Aunque la venganza es la principal vía de investigación dado el clima de protestas antiárabes que vive la ciudad desde que este martes se enterrara a los tres estudiantes judíos desaparecidos en Cisjordania y hallados muertos, los agentes no descartan que pudiera ser también “un crimen de honor”.

 

 

Testigos explicaron que la noche del martes vieron como un chico era obligado a entrar en un coche a la salida de la mezquita en el barrio de Shuafat, cerca de una zona comercial situada en Jerusalén Este.

 

 

“La policía descubrió el cuerpo en un bosque de Jerusalén y ahora se investiga si hay conexión con el chico desaparecido”, explicó el portavoz de la Policía, Micky Rosenfeld.

 

 

El suceso ha generado descontrol y más violencia. En la noche del martes, cuatro adolescentes israelíes fueron detenidos tras atacar a dos palestinos que trabajaban en el centro de Jerusalén, donde decenas de personas se manifestaron al grito de “muerte a los árabes” para pedir venganza por el asesinato de los tres estudiantes judíos en Cisjordania.

 

 

Según medios locales, agentes de policía arrestaron a un joven judío enmascarado cuando trataba de atacar a un empleado de una famosa cadena de comida rápida estadounidense situada en la parte peatonal de la ciudad santa.

 

 

El presidente palestino Mahmud Abás acusó a colonos israelíes extremistas de “matar y quemar a un niño” y exigió a Israel que “haga rendir cuentas a los asesinos”.

 
El entorno ha empeorado en las últimas horas. El ejército israelí informó de que ha bombardeado desde el aire un emplazamiento en la franja de Gaza desde el que habrían sido lanzados cuatro cohetes hacia territorio de Israel.

 

 

Según un comunicado, milicianos palestinos habían disparado cuatro cohetes hacia el consejo regional de Eshkol, con lo que se elevaron a nueve los artefactos lanzados en la jornada, sin causar víctimas ni daños materiales.

 

 

Decenas de palestinos han sido encarcelados por la policía israelí.