El segundo tiempo del partido fue indigno de equipos con el abolengo de estos dos, aburrido, muy táctico y sin ideas. Francia se nubló, aquella máquina que apareció en la fase de grupos simplemente se extinguió, se fue. Ni Pogba, ni Cabaye, ni Valbuena, nadie generó nada, la soledad acompañó a Benzema, solo hasta que Deschamps se decidió a meter a Giroud Francia parecía que despertaba, el problema fue que entró a cinco minutos del pitazo final.
Alemania tiene en Manuel Neuer al portero más completo de la actualidad, juega como nadie su área: sale, oprime y gana, por arriba su 1.93 m lo hace impasable, con los pies es solvente y tiene reflejos felinos. Hoy si los germanos están en semifinales en gran parte se lo debe al arquero del Bayern Munich.
La única jugada peligrosa de Francia durante el segundo tiempo la generó Karim Benzema en tiempo agregado, pero atrás apareció Manuel Neuer para salvar a Alemania.
Francia quemó las naves, Deschamps decidió meter a su as, Oliver Giroud entró a cinco minutos del final por Valbuena salió agotado, no daba para más, si los galos logran llevar el juego a tiempo extra pueden sacar provecho del desgaste físico que aqueja a los alemanes.
El partido vino a menos, las llegadas a la zona peligrosa escasearon durante los 30 minutos de la segunda mitad, y es que las torres alemanas son imposibles de pasar, ni Valbuena ni Cabaye lograron penetrar la defensa germana.
Al inicio de la parte complementaria el ritmo de ambos equipos bajó, ya no eran tan rápidos, la humedad de 88% hizo mella en los jugadores de ambas escuadras.
Francia siguió siendo el equipo que más atacaba y claro con la desventaja era el obligado a ir adelante, aunque los defensas alemanes jugaron por nota.
Un primer tiempo de muy buen nivel, a la altura de ambos equipos, abierto con llegadas en las dos áreas y sobre todo con un dominio alterno, para el final de los primeros 45 minutos, los franceses asediaban el área germana pero Neuer mantuvo a raya a los atacantes azules.
Alemania jugaba con una gran intensidad a la hora de recuperar la pelota, sin embargo las llegadas al área de Hugo Lloris no son tan claras, del otro lado, los franceses poco a poco empiezan a inquietar la meta de Manuel Neuer.
Habían pasado 13 minutos de un partido muy reñido, Francia era la que más intentaba pero en un centro al corazón del área, el defensa central Mats Hummels se levantó para conectar el balón ante la tibia marca de Rafael Varane, y así colocar el 1-0 para Alemania.
El 1-0 de Hummels
El estadio Maracaná de Río de Janeiro será testigo de un choque de trenes, la Francia de Didier Deschamps enfrenta a la Alemania de Joaquin Loew.
Es todo un clásico en copas mundiales, hace 28 años en Guadalajara los germanos echaron a Michel Platini y compañía en semifinales con goles de Andreas Brehme y Rudi Voller.
Pero el duelo que más se recuerda fue el que protagonizaron en la cancha del Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla, también en semifinales en 1982. El partido terminó 1-1 en 90 minutos, la prórroga fue necesaria, en los primeros ocho minutos del primer tiempo extra, Francia ya ganaba 3-1 gracias a los tantos de Tresor y Giresse.
Antes de que terminara el primer tiempo extra, Karl-Heinz Rummenigge le daba vida a los teutones; para el inicio de la segunda parte de la prórroga, Klaus Fischer puso el 3-3.
El partido se definió desde los 11 pasos, en muerte súbita Maxime Bossis falló el penal y los alemanes llegaron a la final, que después perderían contra Italia.
De aquel juego se recuerda la entrada artera del arquero alemán Harlad Schumacher sobre Patrick Battiston que mandó al francés al hospital inconsciente y con dos dientes menos, pero el árbitro ni siquiera pitó la falta.
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