Por Dolhal | @Saenz001
¿Cuándo fue la última vez que te detuviste a ver las estrellas, o cómo el viento mueve las hojas de los árboles? ¿Recuerdas cuándo te emocionaste por una línea de un libro, o por el diente de león perdido en el camellón de esa gran avenida donde a diario cruzas? Son esas cosas simples de la vida, esas que pasan desapercibidas, las que pueden sacarnos del tedio de la rutina, tedio que hace mucho Liniers dejó atrás, para convertirse en uno de los historietista latinoamericanos más reconocidos y seguidos en el orbe.
Ricardo Siri Liniers es el nombre completo de este joven artista que tiene ya 15 años creando pequeñas viñetas, con chistes sobre la sociedad y su monotonía, además de pequeñas reflexiones con un toque de inocencia y visión infantil, que convierten esas cosas sencillas en los más inverosímiles y fantásticos momentos.
Liniers proviene de una familia normal, que inculcaba las aspiraciones normales a sus hijos, como heredar el oficio de familia. El joven Ricardo se embarcó en la carrera de abogado al iniciar su universidad, pero esa peculiar forma de ser que tiene, lo hizo cambiar de carrera a la de comunicaciones y después la de publicidad, que, a la larga, dejaría. En el trascurso de esos estudios un amigo suyo notó su pasión por dibujar e hizo que se animara a empezar a hacerlo de manera más profesional.
Liniers empezó dibujando en fanzines, poco a poco se introdujo en medios impresos más grandes, como revistas y semanarios, hasta que su oportunidad grande llegó en el diario Página/12, donde dibujaba su tira Bonjour. Tres años después inicia conMacanudo, su actual línea de historietas, que realiza en el diario La Nación de Argentina.
Macanudo está lleno de fantasía, de un humor blanco pero lleno de crítica hacia la monotonía de la sociedad, también contiene sueños y una dosis de melancolía y animo, todo realizado con graciosos y divertidos personajes, como pingüinos, duendes, la niña lectora Enriqueta, su osito Madariaga y Felini su gato, entre muchos más, con los cuales Liniers nos comparte la visión de lo sencilla y hermosa que puede ser la vida.
En cada historieta hace énfasis en la perdida de la inocencia en el mundo, en cómo el mercantilismo y la producción en serie dejan a un lado la inventiva, la imaginación, convirtiendo a la mayoría de la gente en autómatas grises, sin percatarse de su alrededor. Y es de ese entorno común de donde Liniers saca su inspiración, de observar las cosas que nos pueden parecer simplonas, pero con sus ojos de artistas, crea un universo peculiar que vuelca en su trabajo.
La inquietud innata de Liniers lo hace que se involucre en otros proyectos, como el que realiza a lado del cantautor Kevin Johansen, donde realiza laminas durante las presentaciones en directo del músico. Sumado a esto esta su trabajo como artista plástico, ahí vuelca toda su forma de ser en pinturas de gran formato.
Liniers también ha creado arte para discos, como el realizado para el álbum Lengua Popular de Andrés Calamaro. Mucho de su trabajo ha sido recopilado por el propio Liniers en varios libros. Macanudo está ya en su número diez en Argentina y la editorial Sexto Piso publica ya cuatro de ellos en México.
Sencillo, divertido, un poco desalineado, así es Liniers, para muchos seria la visión de alguien inmaduro, yo creo que es la imagen de alguien libre, y que en esa libertad se permitió la osadía de buscar y tropezar hasta dar con eso que le permite ser feliz y realizar su carrera a plenitud. Heredero del gran Quino, no cabe duda que Liniers se colocara entre los más geniales artistas de la historieta.