En medio de la crisis humanitaria generada por la oleada de niños que viajan solos a Estados Unidos, autoridades de la frontera resienten en sus finanzas el costo de regresar a sus lugares de origen a los miles de menores que son deportados. De acuerdo con cálculos del DIF-Chihuahua, el monto puede llegar hasta 30 mil pesos por cada infante, considerando los gastos de traslado, hospedaje y alimentación, entre otros.
Estos gastos, según la autoridad, resultan considerables si se toma en cuenta que tan sólo en lo que va del año 11 mil 577 niños mexicanos fueron detenidos por autoridades estadounidenses al tratar de cruzar la frontera, mismos que fueron deportados o lo serán a los estados mexicanos del norte, y de aquí deberán ser llevados hasta su lugar de origen.
Cuando un menor es originario de un estado fronterizo, a donde por lo regular son repatriados por las autoridades migratorias estadounidenses, los costos se reducen y el traslado del infante puede ser incluso de unos dos mil pesos, ya que solamente se debe pagar el transporte hasta el municipio.
Sin embargo, cuando el niño es originario de otro estado el gasto se eleva pues debe pagarse el pasaje de avión y demás gastos del menor y un acompañante. De acuerdo con cálculos del DIF estatal, dados a conocer por medios locales, un viaje desde Chihuahua hasta Chiapas, por ejemplo, para dos personas puede costar alrededor de siete mil pesos por persona, más otros tres mil para el viaje de regreso de quien lleve al menor, a lo que se debe incluir los gastos de comidas y hospedaje.
De acuerdo con el Centro de Estudios Migratorios, Sonora, Guerrero, Oaxaca y Chiapas son las entidades con mayor incidencia en el número de infantes repatriados desde Estados Unidos.
Chihuahua es la cuarta entidad con mayor concentración de niños migrantes repatriados, después de Sonora, Baja California y Tamaulipas, señaló un estudio de El Colegio de Sonora, el cual agrega que entre las cuatro entidades reciben a 98% de las niñas, niños y adolescentes que cada año son repatriados.
Las cifras crecen
Entre el 1 de octubre de 2013 y el 15 de junio de 2014 agentes de Estados Unidos han aprehendido a más de 52 mil migrantes menores que viajaban solos, cifra que representa casi el doble de los niños que entraron sin acompañante durante todo el año pasado a ese país, según datos de El Colegio de la Frontera Norte.
“El 12 de mayo de 2014 la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) reconoció una situación de crisis declarando un nivel de contingencia y alerta de Nivel IV, el más alto para el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS). A partir de entonces, el gobierno destina recursos a las oficinas de Texas para atender a los menores, sin embargo, ante la incapacidad de atención de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados traslada a grupos de niños a instalaciones improvisadas en Texas y en Arizona”, advirtió el centro de estudios.
De acuerdo con Amnistía Internacional, el número de menores de edad que cruza la frontera con Estados Unidos ha crecido exponencialmente debido a que muchos de ellos huyen de fenómenos como el crimen organizado y de violencia ocasionada por pandillas, inseguridad y pobreza.