RÍO DE JANEIRO. La tristeza invade Río de Janeiro. La afición brasileña que estaba segura de la victoria y asistieron con la fiesta habitual, aunque sí reconociendo el mérito del equipo alemán, su fuerza y su frialdad, comenzaron a abandonar el Fan Fest de la FIFA en Copacabana.
No hay enojo, salvo esporádicos arranques de rabia, alguno que otro grito desolado, un desconsuelo los invade, y la incredulidad por la que se está configurando como la peor goleada en la historia de Brasil en un Mundial.
Y como si fuera poca humillación, con la anotación del segundo, de los cinco goles con los que Alemania está derrotando al anfitrión, Moroslav Klose superó a Ronaldo con el máximo anotador en Copas del Mundo al llegar a 16.
Entre los periodistas brasileños entre los que nos encontramos, la situación es diferente. Están furiosos y discuten airadamente las causas de la debacle que en apenas seis minutos terminó con el sueño del sexto campeonato mundial para los dueños de casa.
Asi se vive el seundo tiempo en el #FanFestCopacabana en Rio pic.twitter.com/vO6j9ASnA5
— Deborah Maniowicz (@debmaniowicz) julio 8, 2014