Un total de 60 personas ajenas a cualquier grupo delictivo o fuerza federal, han muerto en varios estados del país a causa de los enfrentamientos armados entre efectivos del Ejército Mexicano y presuntos sicarios del crimen organizado en un lapso de 75 meses. La mayoría de ellos fallecieron en los últimos años del sexenio pasado.

 

 

Se trata de daño colateral que desde el 2007 ha dejado la “guerra” no declarada entre el Ejército Mexicano y los cárteles del narcotráfico, y cuyo saldo global es de cuatro mil 159 muertos hasta marzo de este año, entre militares, presuntos agresores y civiles ajenos a los hechos.

 
Los datos oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), difundidos públicamente a partir de una solicitud de transparencia, detallan que en el plazo mencionado estos enfrentamientos dejaron tres mil 902 presuntos agresores abatidos y 197 soldados caídos.

 
El conflicto resulta, al menos en “el parte de guerra”, bastante desigual, pues por cada soldado muerto han caído 20 presuntos agresores. Pero además de ello, los choques armados también han cobrado la vida de 60 personas que no tenían nada que ver con alguno de los dos bandos y que fueron alcanzadas por las balas perdidas o quedaron atrapadas en el fuego cruzado.

 
En promedio se trata de un civil inocente asesinado cada 40 días. Lo anterior sin olvidar que este daño colateral corresponde directamente a los enfrentamientos entre Ejército con criminales, sin incluir el saldo que por otra parte dejan los enfrentamientos entre delincuentes, o contra la Marina y otras fuerzas policiales.

 
Las muertes de estas personas ajenas a los hechos se concentraron en los estados de Tamaulipas con 23 casos, Nuevo León con 16, Sinaloa con 9, Veracruz con 3; y Coahuila, Guerrero y Michoacán con 2 respectivamente; en Jalisco y Chihuahua con un caso cada estado; y otro muerto más no precisado.

 
Cabe señalar que es la Sedena la que identifica que la inmensa mayoría de los civiles muertos durante los enfrentamientos contra sus elementos son “presuntos agresores” en base a la información del lugar de los hechos, y es así como se lo comunica a las autoridades ministeriales.

 

Más muertos con Calderón

 
De las 60 víctimas mortales colaterales que revela la Sedena, 57 corresponden al sexenio de Felipe Calderón. El peor año fue 2010 cuando se registraron 19 víctimas colaterales, seguido del 2011 con 17 inocentes muertos.

 
Con la nueva administración federal de Enrique Peña Nieto bajaron de forma sensible el número de víctimas en general de los enfrentamientos y por ende el daño colateral. En el 2013 sólo se registraron tres casos de personas muertas ajenas a los hechos, y hasta marzo de este año no se reporta ningún caso.

 
Por otra parte, de los tres mil 900 presuntos agresores muertos, solo 15% corresponden a los 16 primeros meses del gobierno de Peña Nieto. De hecho durante el 2013 se redujo casi en la mitad el número de delincuentes y de soldados muertos en comparación con el último año del sexenio pasado.

 
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, subrayó la semana pasada desde Tamaulipas que durante la actual administración federal se intenta privilegiar la inteligencia para lograr capturas sin enfrentamiento.

 

 

Las batallas

 
Como las cifras lo evidencian, los enfrentamientos entre el Ejército y los criminales terminan generalmente con bajas mucho mayores del lado de los agresores.

 
Uno de los choques con el mayor número de muertos ocurrió el 3 de diciembre del 2010 en Tamaulipas cuando los soldados abatieron a 27 sicarios, mientras que del lado de los soldados hubo dos heridos.

 
Un hecho más reciente, que aún no está incluido en el conteo referido de Sedena, ocurrió hace una semana, cuando los militares chocaron con delincuentes en una bodega en Tlatlaya, Estado de México, hecho que dejó como resultado 22 muertos de los presuntos agresores y un soldado herido.

 
En algunas ocasiones los delincuentes han sacado ventaja, sobre todo cuando sorprenden a algún convoy militar como en la emboscada del 3 de agosto del 2013 en Reynosa, que dejó cinco soldados muertos y ningún delincuente abatido.

 
Otro caso trágico para el Ejército fue el registrado en mayo en la comunicad de Guachinango, Jalisco, cuando delincuentes del Cártel de Jalisco Nueva Generación emboscaron a un camión de transporte militar en la entrada de la localidad, lo que dejó como saldo la muerte de cinco soldados.

¿Ejecuciones extrajudiciales?

 
La organización especializada en temas de crimen organizado con sede en Washington Insight Crime consideró necesario que se revise la forma en como se desempeña el Ejército en los enfrentamientos armados con presuntos delincuentes, ante la posibilidad de posibles ejecuciones extrajudiciales.

 
Lo anterior luego del último caso ocurrido en el Estado de México donde, tras un tiroteo, el Ejército mató a todos los agresores sin que hubiera ni un detenido, mientras que del lado castrense sólo hubo un soldado herido.

 
“Grupos de Derechos Humanos ya han llamado la atención sobre la participación de los militares en ejecuciones extrajudiciales y la manipulación de la escena del crimen. Este puede ser otro caso que requiere de mayor exploración”, dijo la organización en un artículo publicado.

 
Insight Crime sostuvo que este análisis es urgente, sobre todo si se considera que los hechos puntuales de violencia podrían continuar en entidades como Guerrero, Morelos y el Estado de México, debido a la sangrienta fragmentación de los grandes cárteles y su amplio poder de fuego.

2 replies on “Mueren 60 inocentes en lucha contra el narco”

Comments are closed.