TOKIO. Los responsables de la central nuclear japonesa de Fukushima se mostraron hoy confiados en que la construcción de un “muro de hielo” subterráneo permitirá controlar las 300 toneladas de agua contaminada que diariamente van a parar al mar desde el accidente nuclear en 2011 provocado por un terremoto y un tsumani.
Sin embargo, la Agencia de Regulación Nuclear (NRA) expresó su “preocupación” por el retraso en la construcción a la propietaria de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), pues comenzó en abril los trabajos para instalar un tramo del muro en fase de pruebas, aunque hasta el 2 de junio no empezó a levantar la barrera en su totalidad.
El regulador nuclear considera que la barrera de hielo debía haber estado completada en mayo, y urgió a TEPCO a terminar su instalación a finales de julio, aunque la constructora prevé que se termine hasta 2015.
Esto debido a las corrientes de agua subterránea, que está dificultando el sistema de congelación ideado para la construcción del muro en uno de sus tramos, en torno al reactor número 2.
El muro se construirá insertando una línea formada por más de mil 500 tuberías alrededor de los cuatro reactores afectados por el terremoto y sus respectivos edificios de turbinas hasta una profundidad de unos 30 metros.
Las emisiones y vertidos radiactivos resultantes aún mantienen evacuadas a unas 50 mil personas que vivían junto a la planta y han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca locales.