BERLÍN. La fiscalía federal alemana y el departamento policial de lo criminal realizaron registros en un domicilio privado y en oficinas de Berlín tras detectar un segundo caso de presunto espionaje al servicio de EU, esta vez de un empleado del Ministerio de Defensa.
Según informaciones coincidentes de las televisiones públicas NDR y WDR, así como de la edición digital del periódico Süddeutsche Zeitung, la operación tuvo lugar en la capital y en sus inmediaciones.
La fiscalía federal confirmó los registros, pero rehusó ofrecer detalles con el argumento de que la investigación continúa abierta, mientras que la canciller, Angela Merkel, declinó en una rueda de prensa pronunciarse.
De acuerdo con las informaciones del citado periódico, el sospechoso trabaja en el Ministerio de Defensa, habría realizado acciones de espionaje para EU y se esperaba que ayer se le tomara su declaración ante la fiscalía.
Esta noticia sigue a la detención, la semana pasada, de un agente alemán de 31 años, que trabajaba en la central de los servicios de inteligencia en Pullach (Baviera) y que estaba en contacto con la CIA desde dos años atrás.
El sospechoso supuestamente filtró a Washington documentados de la comisión parlamentaria que investiga el escándalo del espionaje masivo de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).
El caso causó gran revuelo en Alemania y fuertes críticas, tanto en las filas gubernamentales como en la oposición, aunque según el periódico Süddeutsche Zeitung los registros de ayer apuntan a un caso aún más serio, por entrar en el ámbito militar.
El embajador de EEUU en Berlín, John B. Emerson, fue convocado la semana pasada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y, según medios alemanes, este martes compareció de nuevo ante ese departamento para abordar el asunto.
Según informaciones del semanario Der Spiegel, el director de la CIA, John Brennan, ha telefoneado personalmente al coordinador de los servicios secretos alemanes, Klaus-Peter Fritsche, que depende directamente de la canciller Angela Merkel, para “minimizar los daños” por este escándalo.
El presunto espía doble filtró 218 documentos internos, por los que recibió 25 mil euros (450 mil pesos) en un encuentro en Austria.
Entre esos documentos había varias actas de la comisión del Bundestag (cámara baja) que investiga la actividad de los servicios secretos de EU en suelo alemán a raíz de las revelaciones del ex técnico de la inteligencia estadounidense Edward Snowden.
“Claras diferencias (con EU) sobre seguridad”
BERLÍN. El Ministerio alemán de Defensa afirmó que se toma “muy en serio” el nuevo caso de presunto espionaje al servicio de EU detectado en su seno y que sigue a la detención la pasada semana de un supuesto doble agente.
Por parte del Gobierno, su vocero, Steffen Seibert, explicó que se estaban manteniendo “contactos intensos” a “distintos niveles” entre Berlín y Washington, tanto en lo que respecta a este caso como al del agente detenido la semana pasada bajo sospechas de estar filtrando información a EU.
“Hay claras diferencias de parecer entre nuestro Gobierno y el de EU respecto a la política de seguridad”, reconoció Seibert, para añadir que todo el contexto que envuelve al escándalo de espionaje masivo había “herido la confianza” de Berlín en un aliado “de enorme trascendencia”.
Seibert no concretó el alcance de esos contactos bilaterales, más allá de explicar que el embajador de EU, John B. Emerson, habría acudido ayer por segunda vez al Ministerio de Exteriores para abordar la cuestión.
La Fiscalía Federal, por su parte, se limitó a informar de los registros efectuados, después de que varios medios alemanes difundieran profusamente la información.