Un empleado de la Cámara de Diputados registró exposición de tibia y peroné luego que tropezara al ingresar a uno de los elevadores ubicado en el edificio “d” del complejo de edificios, al caer, un pie quedó expuesto al exterior.

 

Federico Rizo Colmenares, empleado número 11118, asignado a la oficina de la comisión de Justicia del recinto de San Lázaro, que preside Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez (PRI), cayó al suelo, sin embargo, la puerta del elevador no registró el movimiento, cerró su puerta y apresó el pie del empleado.

 

Los hechos sucedieron la noche de ayer, pero trascendieron a la prensa este jueves, luego de la inconformidad de los empleados del recinto que se quejaron, a través de un anuncio que distribuyeron, sobre las malas condiciones de los edificios.

 

“No es posible que en la Cámara de Diputados trabajemos con este tipo de servicios, es la casa de pueblo, que incluso usan los legisladores, trabajamos mujeres y hombres, desde diputados hasta asistentes, no nos merecemos estas condiciones”, advirtió una de las empleadas del recinto legislativo a 24 HORAS.

 

La trabajadora, que auxilió a Rizo Colmenares, describió que diversos compañeros arribaron al lugar luego de los gritos de auxilio emanados por el empleado. Aseguró, además, que el elevador cerró su puerta y realizó se desplazó con el pie del empleado al exterior.

 

Este diario confirmó que personal de protección civil del recinto clausuró el servicio de este medio de transporte entre los cuatro pisos del edificio, que en su mayoría ubica oficinas de las comisiones y algunas del grupo parlamentario del PRD.

 

Se sabe que Rizo Colmenares fue trasladado por una ambulancia del complejo legislativo, de manera inmediata, a las instalaciones de la clínica 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

 

Como parte de una remodelación que se lleva a cabo en el recinto parlamentario, la firma Elevadores Schindler realiza el cambio de diez elevadores, por lo que el Comité de Administración, autorizó el uso de 12 millones de pesos.

 

“Estos elevadores representan un notable riesgo para los usuarios, derivado del evidente desgaste de dichas piezas, así como de sus guías”, señala el acuerdo autorizado el 24 de septiembre de 2013, cuya copia posee este diario.