El final feliz que los ciudadanos auguraban luego de la aprobación de la Ley de Telecomunicaciones, pronto podría sucumbir ante las acciones que acaba de anunciar una empresa a la que por lo visto no le gusta nunca perder.
Aunque se sabe que gracias a la nueva ley, desde el primer día del año entrante los usuarios de telefonía dejaremos de pagar por llamadas de larga distancia; que los clientes de prepago podrán consultar su saldo sin costo adicional y mantenerlo hasta durante un año; que podremos elegir al proveedor de telefonía móvil que más nos convenga… estos y otros beneficios que varios integrantes del gabinetazo y el mismo presidente de la República están presumiendo, podrían esfumarse. ¿O sea que ya no van a ser 117 millones de personas -Gerardo Ruiz Esparza dixit- las beneficiadas con las leyes reglamentarias?
Y es que al mismo tiempo que se aprobaba la Ley de Telecomunicaciones en la Cámara de Diputados, América Móvil anunció que buscará vender parte de sus activos a fin de dejar de ser el agente económico preponderante en el sector y librarse de estas acciones, condenando a los usuarios a muchos años más de servicios malos y caros.
Lo más graves es que como algunos medios ya adelantaron, al parecer América Móvil tiene ya un comprador: AT&T, empresa que fuera su accionista hasta hace unas semanas. De ser cierto, estaríamos ante un gran fraude a la nueva ley, a través del cual la empresa mexicana estaría simulando deshacerse de parte de su poder de mercado cuando en realidad, lo mantendría. Lo que nadie se imaginó es que el dueño de la empresa trate de superar a Robben en el “arte” de los clavados, comentan los espectadores.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones tendrá que revisar con enorme cuidado el caso, para evitar que la empresa preponderante le dé la vuelta al nuevo marco legal, y haga de los beneficios al consumidor, una mera ilusión. ¡Simulación, en las acciones perversas vemos simulación! Le gritan al dueño de la empresa.
Vamos a ver de qué están hechos los consejeros del IFETEL, a quienes por cierto les asignaron sueldos de torero caro para defender los intereses de la población que utiliza los servicios de telefonía en todas sus modalidades y de internet.
AGENDA PREVIA
Y hablando de “clavados” y trinquetes, el juez “Chelo” Soto tuvo la ocurrencia de declarar en concurso mercantil a la empresa Oceanografía, que desde marzo pasado fue intervenida por el Gobierno federal. Con esta decisión le dieron a la compañía un tanque de oxígeno de un año, periodo en el cual sólo hay de dos sopas: restructurar las deudas con los acreedores o quebrarla. Mientras tanto podrá seguir recibiendo contratos de Pemex. En cualquiera de las dos decisiones, los dueños del negocio saldrían ganando, dicen los que saben.
Por lo pronto, al juez “Chelo” le van a dar una medalla porque se ha convertido en el principal promotor del empleo. Y es que según él, su fallo tiene como propósito salvar fuentes de trabajo y garantizar el pago a los proveedores. Pues mejor que lo nombren secretario del Trabajo en lugar de ¿cómo se llama el actual? Ah, sí, Alfonso Navarrete Prida, sugieren los malosos.
Miguel Ángel Yunes Linares y su descendencia están preparando, no una “marcha ciudadana” en el puerto de Veracruz para protestar por la violencia en la entidad. Lo curioso es que la “ciudadanía” que participará en dicho evento es de militancia blanquiazul. Y lo paradójico es que van a protestar contra lo que dejó sembrado Felipe Calderón, el presidente que perdió la guerra contra la delincuencia organizada y desorganizada; el de los más de 60 mil muertos en su sexenio, el de… ¡Párenle, párenle! Que no saben que ya regresó.
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