DALLAS. Los hermanos Juan y Mizraim Belman, originarios de México, interrumpieron un discurso del presidente Barack Obama en Austin, Texas, este jueves, para exigir una reforma migratoria y lograron luego una breve reunión con el mandatario.
Los dos, originarios de la comunidad de Juventino Rosas, Guanajuato, se encontraban en la audiencia en el Teatro Paramount de Austin, cuando ambos se pusieron de pie y comenzaron a gritarle al presidente estadunidense.
Los hermanos, quienes llegaron a Estados Unidos siendo niños hace 11 años, le pidieron a Obama poner fin a la deportación de personas como su madre, que podría ser repatriada a México en cualquier momento.
“Mi hermano y yo estábamos muy nerviosos al estar frente a él e interrumpir su discurso”, dijo Mizraim Belman, de 16 años de edad y estudiante de la escuela preparatoria Crockett High School en Austin.
“Sabíamos que esta era nuestra oportunidad, nuestras familias ya no pueden esperar más”, indicó Mizraim en declaraciones que publica este viernes al periódico Austin American Stateman.
Los hermanos Belman son dos de los jóvenes indocumentados conocidos como “dreamers” que llegaron a Estados Unidos siendo niños y que demandan una reforma migratoria que regularice su situación y la de sus familias.
Para poder ingresar al Teatro, los Belman hicieron fila desde las dos de la mañana, a fin de obtener entradas y presenciar el discurso que el presidente pronuncio al mediodía del jueves.
Mizraim dijo que la idea de gritar al presidente en demanda de una reforma migratoria ya estaba en sus mentes desde antes de acudir al teatro, pero no estaban seguros de si podrían ingresar al lugar. Ambos pudieron hacerlo y esperaron el momento para actuar.
La ocasión se dio cuando Obama, casi al final de su discurso, criticó a los legisladores republicanos en el Congreso por bloquear todos los esfuerzos para edificar mejoras a los estadunidenses promedio.
Cuando el presidente se refirió a su deseo de hacer que el sistema de inmigración funcione mejor, los Belman se levantaron de sus asientos y empezaron a gritar.
En lugar de ser silenciados y escoltados fuera del teatro, o incluso arrestados, como ellos temían, los dos hermanos fueron abordados por Obama, quien los instó a sentarse.
“Yo estoy de su lado”, les dijo el jefe de la Casa Blanca. “Siéntense, chicos, vamos a hablar de ello más tarde, lo prometo”, agregó.
Obama cumplió luego su promesa. Rodeado por el Servicio Secreto y personal de la Casa Blanca, el mandatario se reunió con los Belman por dos minutos entre los bastidores del teatro y los jóvenes indocumentados pudieron plantear directamente su petición.
Obama les dijo que iba a tomar medidas ejecutivas en caso de necesidad en temas de inmigración.
“Me dijo que iba a actuar y cumplir su palabra”, dijo Juan Belman, estudiante de la Universidad de Texas. “Nos corresponde a nosotros el seguir recordándoselo”, mencionó.
Juan Belman, de 21 años de edad, es un activista de la causa de los “dreamers” y no es ajeno a participar en protestas y actos de desobediencia civil.
En abril pasado, durante la Cumbre de los Derechos Civiles realizada en Austin, Belman se encadenó a la estatua de Martin Luther King Jr. en el campus de la Universidad de Texas.
Obama realizó este miércoles y jueves una gira de dos días por Texas para recaudar fondos para candidatos demócratas al Congreso y pronunciar el discurso sobre la economía del país en el Teatro Paramount en Austin.
La Casa Blanca incluyó en el itinerario de la visita una reunión del presidente en Dallas con el gobernador de Texas, Rick Perry, y con autoridades locales y líderes religiosos, para abordar el problema de la ola migratoria de menores que han llegado solos al país.